A dos años de la entrada en vigencia de la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, la Superintendencia del ramo informó que a septiembre de 2016, en la Región de O’Higgins 62 personas han iniciado procedimientos de renegociación, que tienen por objetivo que el deudor acuerde una nueva forma de pagar su obligaciones, más acorde a su capacidad de pago o bien la ejecución de sus bienes.
La entidad consignó que, según su distribución intrarregional, del total de 62 procedimientos iniciados, un 19% se encuentra en estado vigente, un 68% en estado terminado y un 13% como anticipado.
Además, la Superintendencia señala que a nivel regional se celebraron 119 audiencias, de las cuales se ha llegado a acuerdo en 101, es decir, en el 85% de los casos.
Por otro lado, para el caso de procedimiento concursal de liquidación de bienes de personas deudoras, a la fecha se han realizado 40 trámites de este tipo, que tiene por finalidad la liquidación rápida y eficiente de sus bienes con el objeto de cumplir con el pago de sus acreedores.
En cifras nacionales, los procesos de renegociación de personas deudoras alcanzan 1.714 casos, mientras que 1.950 corresponden a procedimientos judiciales. De estos últimos, 1.056 son liquidaciones de bienes de personas deudoras, 94 reorganizaciones de empresas deudoras y a 800 liquidaciones de empresas.
El superintendente (TP) del ramo, Andrés Pennycook, manifestó su satisfacción por la gestión en la implementación de la ley que vienen realizando los funcionarios de la institución en estos dos años que lleva de vigencia la nueva legislación.
En esta línea, expresó que “como Superintendencia entendemos que es natural que las personas se sientan abrumadas cuando se encuentran sobreendeudadas y en morosidad, más aún, sumado a las dificultades económicas y familiares que eso conlleva. Sin embargo, como servicio queremos darles a conocer que el deudor y la deudora no carecen de derechos sino que, por el contrario, la ley ha establecido los procedimientos concursales especiales para la persona deudora, para que esta afronte sus deudas, ya sea acordando con sus acreedores una nueva forma de pago o liquidando bienes”.
Agregó que “la ley entiende la insolvencia bajo el prisma del reemprendimiento, vale decir, como una oportunidad de aprendizaje y mejorar para el emprendimiento que falló económicamente, evitando el estigma de la quiebra, bajo la lógica que el fin de una empresa insolvente e inviable económicamente, no tiene por qué ser un obstáculo a los futuros proyectos de ese emprendedor”.
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