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Opinión

Nuevo capítulo Chile-Bolivia: La intervención de Morales en la ONU

MARTES, 27 DE SEPTIEMBRE DE 2016
Publicado por

Equipo de Corresponsales



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Un nuevo capítulo se escribió en los últimos días en la compleja relación bilateral entre Chile y Bolivia. Ayer, La Moneda entregó una nota de protesta al presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, producto de los dichos que en ese foro realizó el presidente de Bolivia, Evo Morales, los que fueron calificados como “acusaciones infundadas» por el gobierno chileno.

Entre otras cosas, en su exposición de la semana pasada, Morales se refirió a la demanda marítima en La Haya, ante lo cual solicitó «poner fin a uno de los conflictos más largos de la historia latinoamericana», pero además realizó fuertes acusaciones contra Chile al denunciar una supuesta vulneración a los derechos humanos de los bolivianos en los puertos chilenos.

No conforme con ello, a las pocas horas el mandatario boliviano justificó la decisión de denunciar a nuestro país ante el Consejo de Derechos Humanos y, reglón seguido, cuestionó que Chile se niegue a dialogar para resolver las controversias y que además se ofenda cuando se denuncian los problemas que los quejan ante organismos internacionales.

Pero así como Morales justifica su ofensiva comunicacional, es válido preguntarse si declaraciones destempladas como las que se han conocido en el último tiempo o estas acusaciones sin fundamento contribuyen a mejorar las relaciones bilaterales o aportan en algo para comenzar un diálogo con una mirada de futuro y que permita resolver las diferencias.

Las conductas impropias o declaraciones que se escapan del margen  de la diplomacia demuestran que existe una estrategia comunicacional que busca ganar la adhesión de otros estados a su causa y, de alguna forma, incidir en una decisión de carácter jurídico como la que debe pronunciarse la Corte Internacional de Justicia.

La Moneda debe seguir mostrándose ante la comunidad internacional como un país que respeta las instituciones, y sus esfuerzos deben enfocarse en los argumentos que se presentarán en La Haya para demostrar que no hay temas pendientes entre ambas naciones. Pero además, Chile debe mostrarse lo suficientemente enérgico para rechazar este tipo de declaraciones que solo buscan generar un conflicto artificial y desviar el fondo del asunto, y que en nada contribuyen al desarrollo de políticas que se pudieran establecer en conjunto por el desarrollo y  bienestar de ambos pueblos.


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