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El drama de los bomberos de Rancagua que los obligó a “tomar una dura decisión”

JUEVES, 29 DE SEPTIEMBRE DE 2016
Publicado por

Carla Dinamarca Miranda


La institución inició una insólita campaña para recaudar fondos a través de la venta de espacios publicitarios en carros-bomba, chaquetas y cascos de los voluntarios.


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«Queremos seguir aportando con nuestra labor, pero la falta de recursos lo hace cada vez más difícil, es por esto que hemos tomado una dura decisión». Palabras del superintendente del Cuerpo de Bomberos de Rancagua, Juan Carlos Field, para anunciar en redes sociales una inédita campaña para recaudar fondos para la institución a través de la venta de espacios para publicidad en los carros-bomba, chaquetas y cascos de los voluntarios.

 

Una medida que no ha pasado inadvertida. Por ello, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Rancagua, Juan Carlos Ponce,  explica la situación que atraviesan los voluntarios de la capital regional, cada vez que deben enfrentar una emergencia, especialmente relacionadas con los daños que sufren los equipos, y la necesaria mantención que deben tener para responder con rapidez a los requerimientos de la comunidad.

“Nuestras emergencias son diarias, debemos tener cuatro o cinco al día, donde el gasto de combustible es importante, el desgaste del material   también se incrementa y tenemos que renovarlo (lo) que es de importancia en la institución”, cuenta el comandante.

A modo de ejemplo, un carro de Bomberos bordea el millón de dólares, cifra que a su juicio “se escapa, de cierto modo, de nuestras voluntades” y es por esa razón que “la situación de la institución siempre es escasa”.

Los voluntarios siempre se han mostrado dispuestos a acudir a una emergencia, pero desde la institución aseguran que siempre hay complicaciones que hacen que se entorpezca una respuesta oportuna, lo que genera en ocasiones la molestia de la comunidad al ver como las llamas consumen sus viviendas.

“Se hace difícil cuando falta el  dinero para combustible, material o asegurar a los bomberos con los implementos adecuados», denuncia Juan Carlos Ponce, quien explica que «un uniforme bordea más de un millón de pesos por bombero donde una institución como Rancagua tiene 350 voluntarios y al multiplicar salen los costos que necesitamos para que el cuerpo funcione”.

A meses de comenzar la temporada estival, época en que los incendios forestales son parte de la pauta noticiosa, Bomberos se debe preparar para cooperar con la Corporación Nacional Forestal (Conaf). En este sentido, el superintendente señala que al acudir a estos llamados el material se comienza a fatigar y, luego, empiezan a hacer falta.

“Siempre faltan cosas, van ingresando bomberos nuevos a quienes hay que uniformarlos. En la temporada estival los servicios se multiplican por 20, donde si en esta época son cinco servicios diarios en el verano, son hasta 30 mínimos por día y ahí es donde empiezan  a desgastarse la maquinaria, los uniformes y así sucesivamente”, aseguró Ponce.


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