El sábado 13 de agosto los chilenos debieron adelantar en una hora sus relojes, para de esta forma darle término al denominado horario de invierno. La medida que busca generar un mejor aprovechamiento de la luz de día ha provocado también que miles de chilenos anden con más sueño de lo normal, según destacan los expertos.
Pablo Guzmán, neurólogo de la Clínica Somno Medicina del Sueño sostuvo que “todavía queda entre una o dos semanas para que nuestro cuerpo logre adaptarse al cambio de horario. De aquí a fin de mes todavía tendremos trastornos del sueño tales como dificultad para levantarnos en las mañanas y dificultad para conciliar el sueño en las noches. Lo anterior conlleva irritabilidad y a estar más amargados durante la jornada laboral por sentir que no dormimos lo suficiente, por ende nos cuesta producir adecuadamente en nuestros respectivos rubros de trabajo”.
Para poder sobrellevar la sensación de somnolencia, el especialista recomienda extremar el “higiene del sueño” que es mantener una serie de condiciones que posibiliten un buen dormir: “Es muy común que las personas se queden hasta altas horas de la noche viendo televisión o bien acostados pero mirando el celular, esto no ayuda en nada a tener una buena higiene del sueño. Por el contrario, la luminosidad que provocan los aparatos tecnológicos lo único que hacen es mantenernos en estado de alerta, y por ende, que el sueño no llegue nunca”.
Para poder lidiar con esto, el neurólogo de Clínica Somno Medicina del Sueño recomienda acostarse todos los días más temprano y a la misma hora, sacar la televisión y el celular de los dormitorios, no consumir café y comidas muy pesadas y con exceso de aliños en las noches.
Para aquellas personas que aún sientan que el cambio de horario se transformó definitivamente en un problema, sin poder descansar bien, con dolores de estomago, entre otros, se recomienda asistir a un especialista: “Lo mejor para los casos más severos de problemas de sueño de este tipo es la luminoterapia, que es aplicar exceso de luz en las mañanas. De este modo se acelera el proceso de adaptación y la persona podrá desempeñarse en sus funciones cotidianas sin mayores problemas”, señala Guzmán.
Para estar menos somnolientos, el mejor estímulo luminoso es la luz natural, por eso el neurólogo de la Clínica Somno indica que en las mañanas en cuanto haya luz solar hay que tratar de instalarse bajo el sol de invierno: “Así el cerebro entiende la señal automáticamente que es hora de activarse. Para eso es fundamental que la luz solar llegue a nosotros, no hay que taparse, nuestra retina tiene que percatarse de la luminosidad que hay”, concluyó el experto.
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