Pese a que el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, recibió una solicitud formal para iniciar las actividades académicas de la Universidad de O’Higgins en las instalaciones del liceo María Luisa Bombal, durante la jornada de ayer la comunidad escolar realizó una manifestación para que las autoridades declinen de su decisión y ubiquen la casa de estudios en otro recinto.
Alumnos y profesores decidieron sacar de las aulas sillas y mesas para simular una clase de lenguaje y demostrar, según explicó una de las profesoras del Liceo de Niñas, Paola Oyarzún, “el descontento a la comunidad de una decisión unilateral de parte de las autoridades de la Región”.
La docente agregó que «las niñas le plantearon de todas las formas posibles (al rector Rafael Correa) que no están de acuerdo y que no quieren ningún tipo de garantía porque quieren su liceo”.
Para la comunidad escolar que las alumnas sean trasladadas a otro recinto donde continuar las clases es un “castigo que se nos está dando a base de nada” y que “va a pagar el costo de manchar su imagen una universidad, se supone que de prestigio como la Universidad de Chile, que le está dando alero a esta casa de estudio por desalojar niñas de su establecimiento de 110 años”.
A las instalaciones donde funcionaba el Roxane School es donde se pretende derivar a las estudiantes, recinto que no tiene conforme a la comunidad escolar pese a los beneficios que tendrían las alumnas con el traspaso de las instalaciones, como acceso a la universidad, becas, actividades extracurriculares, entre otras.
“Nos quieren cambiar a un lugar mucho más pequeño, quieren dividir el liceo y aunque nos planteen todas las garantías que hay o nos den propuestas, el liceo no se va a mover”, aseguró la profesora jefe de Química, Paola Oyarzún.