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Editorial

Sistema de pensiones, un tema que se tomó la agenda

MIÉRCOLES, 27 DE JULIO DE 2016


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Miles de personas marcharon por las principales ciudades del país en rechazo al actual sistema de pensiones, con una concurrencia mucho más masiva a la esperada, lo que demuestra el real sentir de la población y que se trata de un tema presente en gran parte de la ciudadanía.

Con una comisión asesora de por medio, convocada por la Presidenta Michelle Bachelet y que entregó 58 propuestas para reformar el sistema, los chilenos pasaron de una posición expectante -esperando que las autoridades y el gobierno actuaran- a una derechamente demandante, manifestándose en las calles.

Pero claro está que una o varias marchas –por sí solas- no lograrán que se tomen medidas con la celeridad que algunos esperan.

Es que no son pocas las alternativas que se han barajado tanto técnica como políticamente para mejorar el actual sistema de pensiones: se ha hablado de AFP estatal, de aumentar la edad de jubilación, de reducir los multifondos e incrementar la tasa de cotización a través de un sistema tripartito: costeado por el empleador, el Estado y el trabajador.

Poner el acento en el monto de las cotizaciones no es al azar. Mientas en Chile es un 10% del salario, en la OCDE la cifra en promedio supera el 19%. Las dudas que surgen tras esta propuesta es quién asumirá en la práctica este aumento de la cotización: para algunos influirá negativamente en el salario de los trabajadores, para otros repercutirá en menos puestos de trabajo. Nada deseable.

La AFP estatal aparecía en el horizonte, bajo la premisa de que al no tener fines de lucro, cobraría una menor comisión. ¿Pero cuánto incide una menor comisión en el monto final de las jubilaciones? Además una AFP estatal entrega una señal: validaría el actual sistema de capitalización individual y daría un portazo a quienes demandan volver al sistema de reparto.

Dos ejemplos que demuestran que las respuestas y soluciones en esta vía son aún más complejas, según se desprende también de los diferentes actores públicos y privados que se han referido a este tema.

Claro está que el escenario del sistema de pensiones no se puede descuidar, si ya está viviendo las primeras experiencias y se presume que –sin modificaciones de por medio-podría empeorar. El hecho de que ya se estén visibilizando las principales falencias del sistema de AFP obliga a no dejar al azar el destino de una problemática que hoy por hoy nos muestra un dato irrefutable: las paupérrimas pensiones que están recibiendo miles de chilenos.


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