La marcha a nivel nacional fue un éxito y en Rancagua también (los cálculos como siempre en este caso oscilan bastante entre carabineros y quienes las organizan). Que entre 500 y 750 mil personas en un día frío y lluvioso hubiesen marchado para expresar su malestar es un dato a considerar. Como sabemos el enojo, que ya existía por las paupérrimas pensiones, fue aumentando por los escándalos en Gendarmería y las notas que varios medios de comunicación – El Mostrador, fundamentalmente – levantaron durante la semana.
Pero del malestar hay que pasar a la propuesta. La enorme convocatoria que tuvo la jornada, habida cuenta del escenario de anemia cívica observado últimamente, debe ser procesada por el gobierno así como por las propias AFP’S las que deberán reflexionar sobre la percepción profundamente negativa – pese a la alta inversión que hacen en publicidad – con que son miradas por quienes somos su mercado cautivo. Si quieren sobrevivir en el corto plazo deberán sincerar con sus clientes que no son un sistema de pensiones sino un modelo de ahorro forzado que permitió generar un mercado de capitales. Deberán, además, tomar nota de que ya no bastará con cooptar al sistema político transversalmente y convendrán que tendrán que empezar a repartir las ganancias de la torta con sus cotizantes, así como sincerar las reales tasas de mortalidad que hay en Chile y no aquellas con las que ellas y las aseguradoras calculan las pensiones. De lo contrario la situación se les agravará aún más.
El gobierno debe reaccionar ante tamaña protesta y empezar por desechar la AFP Estatal que no es solución para nada y en el mediano plazo generar propuestas que impliquen hacerse cargo de un sistema tripartito donde los empleadores tendrán que aportar a la cotización, pues el Estado no puede seguir financiando en el futuro un hoyo adicional al de 1800 millones de dólares anuales que genera el de las fuerzas armadas y de orden y que, como hemos visto, fracasó en el pasado por lo mismo que hemos visto hoy: el abuso, el privilegio y el pituto.
Los partidos políticos deberán tomarse en serio el tema y diseñar propuestas que permitan salir de la crisis. De lo contrario, la situación se agravará más, incluso para nosotros mismos, si tal demanda ciudadana se deposita en grupos inestables y disimiles sin norte fijo.
El Gobierno – que representa al Estado -, deberá acoger esta justa solicitud que nace del seno del pueblo soberano que se movilizó durante el fin de semana. Las AFP’S a su vez, deberán hacerse una autocrítica y que en vez de pagar esas dietas estratosféricas a sus directorios, o cooptar al conjunto del sistema político, tal vez resulte mejor comenzar a repartir sus ganancias entre sus ahorrantes por ahora, hasta transitar a un modelo tripartita de reparto.
De lo contrario no está lejos el día en que una institución o individuo inicie la judicialización del sistema presentando recursos de protección para la no aplicación de las tasas de mortalidad. Un ex presidente de EE UU dijo: “las reformas son necesarias para salvar el capitalismo”.
Edison Ortiz.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas