Durante esta mañana el Concejo Municipal de Rancagua debatirá en torno a la creación de una farmacia popular para la comuna. La audiencia pública solicitada por un grupo de organizaciones comunales de la capital de O’Higgins, comenzará a las 9 de la mañana y tendrá como protagonistas al alcalde, Eduardo Soto, concejales, y a los representantes de dichas agrupaciones sociales.
La reunión responde a la solicitud que realizaron el pasado 22 de junio, a través de la oficina de partes, diferentes asociaciones comunales, las cuales exigían al edil rancagüino el establecimiento de dicha institución, que a su parecer ha sido un éxito en otras comunas del país. En la ocasión además, los representantes de las organizaciones sociales acusaron a Eduardo Soto de negarse a la ejecución de la iniciativa.
Los grupos comunales, compuestos principalmente por adultos mayores, esperan hoy presentar una propuesta de instalación de una farmacia popular y obtener así el visto bueno del alcalde y sus concejales, ya que aseguran el Concejo cuenta con estudios que avalan la puesta en marcha de la iniciativa.
Para las agrupaciones la petición no es antojadiza y responde a la necesidad de un gran número de habitantes de contar con una institución de estas características que entregue medicamentos a un bajo precio.
Además, las asociaciones coinciden en un punto, y es que los grandes beneficiados -de concretarse la iniciativa- serían los adultos mayores, quienes en la actualidad son la población más vulnerable de la comuna y también del país.
Hernán Garay, representante de la Unión Comunal del Adulto Mayor, organización que apoya la iniciativa, señaló que esta solicitud se produce debido al alto precio de los remedios, por lo que “necesitamos exigirle a la municipalidad, alcalde y concejales que hagan una farmacia popular acá en Rancagua”.
Si bien el edil rancagüino señaló que dará su opinión respecto a la creación de una farmacia popular “en el momento que corresponda”, adelantó que está explorando en otras alternativas, las que calificó como “menos efectistas y más eficientes».
Eduardo Soto sostuvo que “nosotros estamos viendo un sistema distinto, menos parafernalia y más de responder, porque nadie se enferma con anticipación o compra los medicamentos antes de enfermarse y eso es lo que sucede hoy en día con esta llamada farmacia popular”.
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