Pilar Jiménez

Pilar Jiménez, la reconocida estilista y dueña de la cadena de peluquerías con su mismo nombre, es sin duda una marca connotada en el círculo femenino de Rancagua y sus alrededores. Por años ha trabajado con el estilo y belleza de las mujeres que dan impulso a la capital regional y a las ciudades aledañas.

En la actualidad, cuenta con cuatro sucursales de Pilar Jiménez Peluquerías, todas situadas en estratégicos sectores de Rancagua y Machalí, incluidos centros comerciales, fruto de su constancia y amor por la profesión que desempeña, como ella relata.

La empresaria nos recibe en su “casa central”, en el lugar que soñó por años ocupara un espacio en su lista de locales, algo propio, una hermosa casona ubicada en avenida Cachapoal 354, en Rancagua, trasformada totalmente por ella y su esposo Emilio. Ambos la decoraron a su modo, con estilo, cómoda y vanguardista.

Allí comienza a relatar su historia de éxito en el rubro de la belleza, de cómo llegó a transformarse en un ícono para la mujer rancagüina, de cómo surgió esta pasión por el estilo que la llevó a convertirse en la reconocida empresaria que es hoy.

Pilar nos cuenta que desde pequeña soñó con ser peluquera, que sus primeros trabajos los realizó con su abuela Dora, le ayudaba a tinturarse, recuerda. Ya más grande no cambió su objetivo y realizó en Santiago un curso, impulsado por su madre  Carmen y su misma abuela, quienes le dijeron “si vas a hacer algo, hazlo bien”.

Pero Santiago solo estuvo de paso, después vino Rancagua, acá trabajó alrededor de cuatro años. Más tarde y gracias a la herencia que recibió su esposo logró su independencia, arrendó así su primer local, uno ubicado en calle Bueras.

Relata que su apertura fue todo un éxito, les fue muy bien, incluso, en los primeros días ya tenía para pagar el arriendo. Esto fue una señal de lo que venía podría ser aún mejor. “Empecé a tomar gente porque se me hacían pocas las manos, ya luego dejé este local y me fui a uno más grande”, recuerda.

Y así vinieron otras incursiones por Rancagua, hasta que tuvo su salto empresarial: Llegó al Mall del Centro, donde todo funcionó muy bien, pero el centro comercial tenía compromisos con una cadena nacional, por lo cual debió abandonarlo.

Esto no fue impedimento para saciar sus ansias de querer crecer más, no despidió a ninguna de sus trabajadoras y luego vino la recompensa, otros centros comerciales le pidieron ser parte de sus servicios, esta vez Tottus y Jumbo.

Actualmente, la empresaria suma a su rubro la realización de cursos de peluquería, los cuales concreta en su local de avenida Cachapoal. Esta sucursal además ofrece los servicios de nutrición y kinesiología, es decir, un paquete completo para la salud, belleza y estilo de la mujer rancagüina.

El pilar familiar                           

Si bien su carrera profesional ha sido exitosa, la estilista reconoce que  la familiar ha seguido la misma línea, ya que gran parte de este logro es fruto además del empuje y apoyo constante de su esposo y cuatro hijos: Pelu, Cami, Mili y Martín, quienes también forman parte del negocio.

Pilar no esconde su rol de mamá y confiesa que le encanta la relación con sus seres queridos, admira que sus hijos sean sus hinchas número uno y que se sientan orgullosos de lo que ha logrado.

Para concluir, la empresaria reconoce que en el futuro espera continuar haciendo clases, implementando las peluquerías y “buscar algo más”, ya que su personalidad inquieta no le permitirá estar satisfecha con lo que ha conseguido.