Cuatro años deberá permanecer en la cárcel José Baltazar Caro Villagra, luego que el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de San Fernando lo condenara como el autor del delito de conducción en estado de ebriedad con resultado de muerte. La víctima, Juan Cubillos Acevedo, murió el 6 de septiembre de 2015 cuando transitaba por la la Ruta I – 86 de la comuna de Chimbarongo.
Según los antecedentes expuestos en el juicio oral, eran pasadas las 05:00 de la madrugada cuando el acusado conducía en estado de ebriedad su automóvil, marca Toyota, modelo Rav 4, por la Ruta I- 86 de la comuna de Chimbarongo, cuando al llegar al kilómetro N° 1 del camino hacia Convento Viejo, este perdió el control del vehículo y salió de la calzada, colisionando con un árbol que lo hizo volcar, provocando la muerte de su acompañante producto de un politraumatismo esquelético visceral.
Con estos antecedentes las magistradas Carolina Lazen, Marisol López y Rocío Castelló, manifestaron en el fallo que se desechaba la tesis de la defensa de rechazar la recalificación del delito, quienes manifestaron que el accidente se habría originado por la intervención de la víctima.
En esa línea, las juezas manifestaron que “no se acreditó que haya sido Juan Cubillos Acevedo quien haya tomado o se haya apoyado en el manubrio del automóvil, impidiendo la conducción y afectando la circulación del vehículo conducido por (José) Caro Villagra, provocando con ello la colisión, pues ninguna prueba se aportó al respecto, salvo los dichos del acusado y, en todo caso tal como ya se dijo el experto de la SIAT al ser consultado al respecto, desestimó esa tesis”.
La terna de jueces recalcó que el accidente se podría haber evitado, o disminuido considerablemente su magnitud, si el chofer hubiese conducido el vehículo en condiciones normales. “Hubiese permitido percatarse de lo que hacía su acompañante y a su vez reaccionar de acuerdo a dicha situación», aseguraron en la sentencia.
El sentenciado, al reunir los requisitos, se le asignó a la pena privativa en forma efectiva, a la inhabilidad perpetua para conducir vehículos de tracción mecánica, a cumplir un programa formativo de educación vial, asociado a los efectos nocivos del consumo de alcohol; al pago de 8 Unidades Mensuales Tributarias (UTM) como autor del delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de muerte, y al pago de las costas del juicio.
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