Lentamente toma fuerza dentro de las empresas nacionales la práctica de la gimnasia laboral, que consiste en realizar rutinas de ejercicios en grupos de 10 a 20 personas, de entre 15 y 30 minutos en distintos horarios dentro de la jornada.
Aunque los expertos dicen que en Chile todavía se está muy al debe en el tema de salud laboral, existen empresas que ya tienen dentro de sus consideraciones para sus trabajadores la presencia de este tipo de programas.
En Rancagua Ergo Sports Health, consultora en ergonomía y salud laboral, lleva cinco años desarrollando esta tarea. A la cabeza del proyecto se encuentra Miguel Quilodrán, preparador físico de profesión y especialista en gimnasia de pausa.
“El objetivo central es evitar las lesiones musculares esqueléticas, como también combatir el estrés en los trabajadores”, comenta el profesional para graficar algunos de los beneficios que se obtienen con estos programas.
En la actualidad, existen diferentes tipos de gimnasia laboral, partiendo desde la que se puede hacer como activación en la mañana antes del trabajo, que es una especie de tipo de calentamiento para preparar el cuerpo y el sistema nervioso.
Para el caso de los activaciones ya avanzada la jornada, denominada gimnasia de pausa, Quilodrán explica que “se hace dentro del punto de mayor fatiga del trabajador, porque son ejercicios que sirven para retomar con mayor energía la jornada laboral.”
Chile es uno de los países en los que más horas los trabajadores pasamos en oficinas o lugar de trabajo. Como una medida paliativa a esto se desarrollan estas implementaciones, todas focalizadas según las necesidades del trabajador, que en otras latitudes ya están normadas en la ley.
“El trabajador lo percibe súper bien, porque es un espacio de distracción psicosocial para ellos. Lo ven como un recreo entremedio del trabajo, que sirve para compensar músculos, tendones, y evitar el estrés del día a día”, sostiene Miguel Quilodrán.
La mayor cantidad de empresas que requieren los servicios de la gimnasia laboral tienen actividades con movimientos repetitivos o con mayor índice de stress. Uno de los ejemplos más claros de beneficio que conllevan se da en los packing.
“En estos lugares donde una persona está de pie ocho a diez horas se necesitan, por lo menos, entremedio de la jornada unas dos o tres pausas, para así poder compensar el esfuerzo que hacen solo al estar de pie”, precisa el propietario de Ergo Sports Health, quien durante el día recorre distintas empresas locales para ejercitar a los trabajadores.
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