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El único cementerio en Chile donde está enterrado un pirata, una momia y un vampiro

VIERNES, 6 DE MAYO DE 2016
Publicado por

Carla Dinamarca Miranda


Apasionantes leyendas han sobrevivido al paso del tiempo en este tradicional panteón de la ciudad.


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“Tito” Lastarria, es uno de los nombres que más resuena en el inconsciente colectivo de los rancagüinos. Más de alguno fue hasta su mausoleo a pedirle favores, ya que es el denominado vampiro del Cementerio Nº1 de Rancagua. Esta es una de las tantas leyendas que recorre el panteón, pero según relató el historiador Patricio Díaz, el campo santo también lo componen una momia y un pirata.

Una de las leyendas habla del primer pirata de Rancagua, se trata de William Cook, un inglés que llegó a la ciudad a principios de 1900 y dueño de un hotel ubicado en avenida Millán. “De él siempre se dijo que tenía un tesoro escondido en su casa y desde ahí nace la historia que es pitara, pero este caballero falleció y no existió ninguna constancia o registro que lo fuera”, relató el historiador.

Según explica el investigador social, el hombre además de contar con un hotel se dedicaba a la venta de discos, oficio que realizó hasta el último día de su vida. El supuesto pirata rancagüino tiene su tumba en el cementerio y su ubicación es a un costado, por la calle Patricio Allende, la cual es visitada por los pocos que conocen de la historia.

“La momia corresponde al primer pastor evangélico de la capital regional, Mateluna. Este caballero cuando murió lo momificaron y en ese entonces se podía ver desde su tumba hace muchos años, pero con el tiempo le cerraron”, relató, agregando que si bien se desconocen las razones por qué se momificó, no se descarta que lo haya pedido a sus familiares y sus fieles, quienes estaban congregados por todo el país.

Si bien estas historias no son tan conocidas, hay una que todo rancagüino debe conocer y que ha corrido la voz de generación en generación. Se trata de “Tito” Lastarria, el conocido y denominado milagroso vampiro que cumple deseos y que revivirá para llevarse a todos los que le pidieron cosas, según relata su leyenda.

Sobre su origen, el investigador del Museo Regional de Rancagua, Patricio Díaz, señaló que “él era un hijo no reconocido de un alcalde de Rancagua, Lijardo Lastarria (…) y fue bautizado como Tito Modesto Senorio Bravo, y él fue médico de la Universidad de Chile y ahí recién fue reconocido por su padre, quien le compró una casa para que viviera junto a su madre en Rancagua”.

Tito Lastarria murió a los 27 años en Putaendo tras padecer tuberculosis y cuando trajeron su cajón con cadenas hasta el mausoleo la gente, como no lo conocía, lo habría asociado a un muerto viviente. Nació ahí la historia de que es un vampiro y por qué su tumba tenía cuatro cruces.


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