Una vez concretado el traslado a las nuevas instalaciones del Hospital Regional de Rancagua, se esperaba que los conflictos entre los gremios y la dirección del centro asistencial acabaran. Sin embargo, a menos de una semana de la entrada en funcionamiento en el nuevo edificio, los trabajadores agrupados en Fenats llamaron a una paralización de actividades.
La movilización ya cumple tres días y los funcionarios amenazan con radicalizar su postura si sus demandas no son escuchadas. Asimismo, desde la Fenats han condicionado el fin de la movilización a la salida del equipo directivo del Hospital Regional, junto a los equipos de puesta en marcha y procesos.
Ante esta situación, una de las principales aludidas por los dirigentes, la directora del Hospital Regional de Rancagua, Sonia Correa, salió al paso de las críticas y manifestó que se está “evaluando” la situación del paro de funcionarios, ya que “ellos tienen peticiones respecto al funcionamiento del hospital en relación a todo el período de puesta en marcha”.
La encargada del centro asistencial reconoció además algunas fallas que presenta el recinto, sin embargo expuso que “siempre estamos dispuestos a ir reconociendo que tenemos falencias y las vamos a ir solucionando en la medida que tengamos los recursos”.
La directora del recinto de salud más importante de la Región se refirió también a los cuestionamientos y a la petición de su renuncia. Ante esto manifestó que “esa es una de las cosas que tenemos que ir conversando. La renuncia de todo el equipo directivo está en manos también del director de servicio, que es la jefatura directa”.
Sin embargo, Correa aseguró que “yo no he presentado mi renuncia formal ante el director del Servicio (de Salud)”. Asimismo, sostuvo que “en este momento el director del Servicio no me ha pedido la renuncia y yo no la he presentado, pero eso es algo que siempre está en evaluación, permanentemente”.
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