El próximo viernes 12 de febrero en curso, celebraremos con alegría 134 años desde que se fundara en nuestra ciudad la primera compañía de bomberos voluntarios, con el nombre de BOMBA O´HIGGINS, onomástico que queremos realzar por su enorme trascendencia ciudadana.
Se anidan en bomberos valores que son inherentes al ser humano, que muestran la parte más espiritual e intelectual del mismo, más allá de sus debilidades materiales.
Destaca el amor al prójimo, traducido en el deseo irresistible de ayudar a quien se ve envuelto en una situación de emergencia, sea por el fuego, un accidente, un temporal, u otras circunstancias que hacen caer sobre la ciudadanía su rigor.
Se agrega el espíritu de servicio, ese deseo de servir por el solo hecho de hacerlo, sin remuneración, voluntariamente, arriesgando la vida, la integridad física, el tiempo destinado a la familia y seres queridos, para auxiliar a personas que no conocemos, y que tal vez nunca volvamos a ver, luego de un siniestro.
Los principios anteriores se potencian con el valor, pues la tarea bomberil no es para cobardes, ni para pusilánimes, es para hombres y mujeres valerosos y valerosas, que vencen el miedo, la angustia, la incertidumbre, y van tras la meta trazada, sin vacilar. Miguel de Cervantes dijo: “Sentir miedo es propio/ de todo prudente./Saberlo vencer/eso es ser valiente”. Los voluntarios y voluntarias, día a día, hacen carne esa tremenda verdad.
Un valor importante de bomberos es su republicanismo, en cuanto todos son iguales, el respeto y la tolerancia son piedras sillares, los cargos son electos año a año, en democráticas elecciones, de manera que no hay oficiales de carrera, su jerarquía depende del voto de sus iguales.
Se unen a todo lo anterior la disciplina, el patriotismo, la lealtad, el espíritu de cuerpo, el amor entrañable a la historia bomberil, a sus mártires, a sus tradiciones.
Bomberos tiene el mérito de ser una institución cívica tricentenaria, lo que no es usual: nació en el siglo 19, cruzó todo el siglo 20 y se adentra, vigoroso y fuerte, en el siglo 21, en plena vigencia.
Es destacable verificar los avances sostenidos en el tiempo, tales como el ingreso de la mujer a sus filas, la profesionalización en cuanto los voluntarios han asumido nuevas tecnologías con gran idoneidad, la presencia de la juventud en sus brigadas, de donde provienen los futuros voluntarios.
En vísperas de este nuevo aniversario, rendimos un homenaje de admiración y cariño a la Primera Compañía de Bomberos de Rancagua, que cumplirá 134 años de gloriosa trayectoria al servicio de la patria, y a través suyo, a todas las restantes, deseando que sus valores, principios y vigor se mantengan intransables, constituyendo una escuela de civismo que nos enorgullece.
¡Larga vida a los bomberos de Rancagua!
Mario Barrientos Ossa
Abogado U. de Chile
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