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Columnas de Opinión

Fabricando desvalidos

MARTES, 9 DE FEBRERO DE 2016
Publicado por

Equipo de Corresponsales



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Que el hombre desde sus inicios sobre la faz de la tierra ha creado y re-creado mundos no hay quien lo niegue. La facultad imaginativa del ser humano es esencialmente creativa, productiva, ubérrima.

Ciertamente, y de modo autocrítico como especie, hay que señalar que no todo lo inventado ha sido útil o beneficioso para la propia humanidad. Obviamente que la imaginación proyectada para crear armas, instrumentos bélicos, productos para dañar el medio ambiente, y formas y sistemas para afectar a otros semejantes ha sido y es nefasta.

«Que el mundo fue y será una porquería» (verso del tango Cambalache, remitido al siglo XX, cuyo autor es Enrique Santos Discépolo),vale en específico para la penosa situación que ahora en diversas áreas en el siglo XXI vivimos como humanidad, con más penumbras que luces.

En el campo de las comunicaciones el progreso es más que notable, en otros renglones también. En el último medio siglo el hombre ha creado más conocimiento que en trescientos años. Pero, no todo ‘es coser y cantar’.

En particular los educadores conocen de forma permanente la fatal obsesión que viven niños y jóvenes -también no pocos adultos- atrapados por una especie semejante a una perversa droga, es la dependencia de los aparatos de comunicación, de los sistemas y programas que dichos medios contienen o transmiten. Todo se ha extendido como una plaga a nivel planetario. Lo inventado no siempre hace bien.

Los efectos son casi trágicos. En los jóvenes y en adultos hay menos saber, menos conocimiento útil. Viven -sobreviven- con un lenguaje mínimo, precario, mal expresado. Dura realidad.

Intelectuales, hombres de ciencia, escritores y otros, han señalado los nefastos efectos, inclusive para la salud mental de las personas, que el mal uso y el abuso de tales inventos tecnológicos generan. Producen alienación.

Uno de aquellos pensadores -Premio Nobel- ha señalado que la dependencia de dichos medios genera personas que ven severamente anuladas o disminuidas  sus capacidades intelectuales.

Algo hay que hacer. Se trata de salvar la salud mental de las personas, también algunas vidas.

Carlos Poblete Ávila

Profesor de Estado

Director Centro de Estudios

Conciencia Crítica


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