Luego que hace meses la Iglesia chilena solicitara la audiencia, este sábado se reunieron privadamente con el papa Francisco el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, cardenal Ricardo Ezzati, y el vicepresidente de la entidad, Alejandro Goic, obispo de Rancagua.
La reunión coincidió con una nueva protesta de los laicos de Osorno contra el obispo de la ciudad, Juan Barros.
El cuestionado religioso es sindicado por los fieles como un «encubridor» de los abusos sexuales del sacerdote Fernando Karadima.
«Los encuentros de obispos y representantes de las conferencias episcopales con el Papa y con los organismos de la Curia Romana son instancias habituales de diálogo, consulta y reflexión sobre los asuntos propios del quehacer eclesiástico», explicó ayer la Conferencia Episcopal.
Ezzati y Goic se reunieron con el Pontífice en el Palacio Apostólico Vaticano, donde «dialogaron sobre diversas materias de la vida de la Iglesia en nuestro país».
El arzobispo de Santiago y el obispo de Rancagua viajaron el jueves 7 de enero a Roma, para entrevistarse también con el secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin.
Según trascendió, el encuentro de las máximas autoridades de la Iglesia Católica chilena con el Papa Francisco no consideraró, en particular, temas pastorales, por ejemplo relativos al Año de la Misericordia, sino temáticas que atañen directamente al estado de la Iglesia en el país, su relación con la sociedad y cómo se espera que estas evolucionen durante 2016.