Hoy, se cumplen exactamente 100 años desde que viniera al mundo, en Valparaíso, Augusto José Ramón Pinochet Ugarte, hijo de Augusto Pinochet Vera, quien trabajara en la Williamson Balfour, fuera bombero y luego se desempeñara en una sociedad aduanera, y de doña Avelina Ugarte Martínez, dueña de casa. Luego de estudiar en el Colegio de los Sagrados Corazones de Valparaíso, ingresó a la Escuela Militar con fecha 11 de marzo de 1933, con diecisiete años de edad. Ingresó a la tercera tentativa, la primera vez no se le aceptó por su escasa edad, la segunda vez porque se estimó que su delgadez le restaba el físico exigible para la carrera.
El 30 de enero de 1943, contrajo matrimonio con doña María Lucía Hiriart Rodríguez, hija de un destacado político radical, don Osvaldo Hiriart Corvalán, quien fuera ministro del Interior y Senador de la República. Se dice que los padres de la novia, inicialmente, se opusieron al enlace, porque la carrera militar del novio, en esos lejanos años, no era apreciada. Del matrimonio nacieron cinco hijos.
Inició su carrera militar como alférez en Concepción, y fue paulatinamente escalando todos los grados que la componen. A mediados de la década de 1960, fue enviado a Ecuador en misión militar, para organizar la Academia de Guerra en ese hermano país. Luego de tres años regresó a Chile con el grado de mayor y la condecoración “Abdón Calderón”, otorgada por el gobierno ecuatoriano.
El 23 de agosto de 1973, fue designado Comandante en Jefe del Ejército, luego de la renuncia de Carlos Prats, siendo Presidente Salvador Allende Gossens.
El 11 de septiembre de 1973, en conjunto con los comandantes en jefe de la Marina, Aviación y Carabineros, depuso al gobierno de la Unidad Popular, asumiendo una Junta de Gobierno el mando de la nación. El 16 de diciembre de 1974 asumió como Presidente de la República, cargo que desempeñó hasta entregarlo a Patricio Aylwin Azócar el 11 de marzo de 1990. Luego fue senador vitalicio. Falleció en Santiago el 10 de diciembre de 2006.
Tuvo un rol relevante en la vida pública chilena, y como todo líder, despertó grandes apoyos y grandes rechazos. El verdadero sentido y valor de su obra de gobernante solo quedará adecuadamente revelado cuando sea escrita por historiadores imparciales y amantes de la verdad, lo que tomará, sin duda, muchos años aún.
Hoy, nos parece que debe recordarse su memoria en el centenario de su nacimiento, esperando que se apaguen los rencores y se haga la paz definitiva en los corazones de los chilenos.
Mario Barrientos Ossa.
Abogado.
Magister en Derecho U. de Chile.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas