Poco a poco el rector de la futura universidad estatal de O’Higgins, Rafael Correa, ha ido revelando algunos aspectos de la casa de estudios. En conversación con El Tipógrafo, el académico entregó detalles en relación a las principales características que tendrá la institución como, por ejemplo, en materia de carreras, vías de ingreso, sedes y cuerpo docente, entre otras.
Iniciará en 2017 y con cerca de 800 alumnos
El trabajo iniciado por el rector y su equipo académico apunta a que la universidad estatal de O’Higgins abra sus puertas en 2017. En marzo o abril de ese año, según proyecta Rafael Correa, tal como se plantea en el proyecto original. «Lo único que podría frenar la partida es la escasez de recursos”, señaló en entrevista con El Tipógrafo.
Y en este sentido, el académico espera que en el primer año la casa de estudios reciba a no menos de 800 alumnos, incluso se podría llegar a los mil, pero todo dependerá de los recursos que reciba desde el Ministerio de Educación. «Si partimos con una universidad demasiado pequeña, cuesta muchísimo crecer después”, manifiesta Correa, quien explica que “no se puede y no se debe partir demasiado pequeño. Es un error que nos va a costar muy caro” porque a su juicio “la imagen de la universidad, que es fruto del impacto que produzca en su primer, segundo y tercer año, es fundamental para su vida”.
El académico proyecta una institución con 8 mil estudiantes “en un tiempo prudente, no en treinta años”.
Vías de ingreso y gratuidad
Uno de los temas que se debe dilucidar es cuál será la forma de ingreso a esta casa de estudios. En este sentido, Rafael Correa señaló que debería ser “principalmente” a través de la Prueba de Selección Universitaria (PSU), al igual que las otras instituciones que pertenecen al Consejo de Rectores. De todas formas, el académico aclaró que no será “exclusivamente” este test la vía de ingreso, ya que no se descarta que existan otras por formas especiales. Se espera que esta universidad también sea beneficiada con la gratuidad para los alumnos más vulnerables, ya que -a pesar de que no estará acreditada en sus inicios- sí estará bajo la tutela de la U. de Chile.
Casa central en Rancagua y sedes en otras comunas
El académico indicó -en la última sesión del Consejo Regional- que la decisión sobre qué comuna albergará la casa central de la universidad aún no está tomada, pero espera que pueda hacerla pública “ojalá antes de fin de año”. De todas formas, el académico ha deslizado que la institución iniciaría sus actividades en Rancagua, apostando por el actual edificio que acoge al Hospital Regional de Rancagua.
El docente sostuvo que el recinto se encuentra entre las opciones “más óptimas” dentro las alternativas ofrecidas por el Mineduc.
Sin embargo, Correa Fontecilla aseguró que la capital regional de O’Higgins no sería la única ciudad que contaría con presencia de la casa de estudios, puesto que Rengo y San Fernando tendrían su sede “el año 2019”. En este sentido, explicó que va a partir en 2017 “en un lugar y después se va a ir extendiendo a una segunda y a una tercera (comuna) y no descarto ampliar a otras”, señaló.
12 carreras en 2017
Correa Fontecilla sostuvo que la universidad debería partir en el 2017 con 12 carreras, que se distribuirían en cuatro áreas: Agroindustria, Educación, Salud e Ingeniería “con un foco en la minería”, explica el rector.
Cada carrera contaría con 60 cupos, sin embargo, espera que la cifra aumente, considerando que la proyección es que la casa de estudios albergue a más de 7.500 estudiantes en 5 o 6 años.
Respecto al último ítem, el rector expresó que “no podemos no tener salud en esta Región, ya que cuenta con el mejor hospital de Latinoamérica”, y agregó que sería una “locura” no tener una facultad en esta área.
Si bien las carreras aún no están definidas Correa Fontecilla plantea que, en el área de Salud, se impartiría Enfermería, Obstetricia y Terapia Ocupacional. A estas carreras se sumarían Ingeniería en Minas, y algunas pedagogías, entre estas, en enseñanza básica y media. En cuanto a plazos, el staff académico debe estar definido en diciembre, ya que «tenemos que trabajar muy rápido. Tenemos que tener el diseño de la universidad listo en agosto, (ya que) hay que ofrecer las carreras y todo eso dura ocho meses de trabajo».
Planta docente: 75% de profesionales jóvenes
Rafael Correa Fontecilla también se refirió al cuerpo docente que trabajará en la institución. En esta línea sostuvo que “esta universidad va a ser una casa de estudios con profesores muy jóvenes, de hecho, vamos a ser la universidad más joven de Chile y por lejos”.
Agregó que “vamos a tener un 75% de profesores, todos formados en las mejores universidades del mundo, con doctorados”. Explicó que “en estos momentos hay más de mil chilenos formándose o terminado (estudios) y que no están trabajando todavía, de manera que dónde ir a buscar esos profesores es muy fácil: Están en el mundo y están en Santiago”.
Añadió que “también vamos a tener un 20% o un 15% de docentes ‘seniors’, los que vamos a sacar de las mejores universidades cercanas a la Región», ya sea Talca, Valparaíso o Santiago, «que van a venir por un día completo y que, por lo tanto, no van a ser profesores ‘taxis’ (SIC) sino que contratados para hacer investigación con los jóvenes y obviamente aportar y formar a los estudiantes”.
Papel de U. de Chile y acreditación
La Casa de Bello fue nombrada por la Presidenta Michelle Bachelet como la universidad tutora. «La tutoría es importante porque la cabeza de los equipos que están diseñando las cuatro áreas (de la U. de O’Higgins) está en la Universidad de Chile», explica Correa, quien agrega que se trata de «gente que yo escogí».
De todas formas, el rector asegura que «la plana mayor de la Universidad, lo que podríamos llamar en el futuro vicerrector, por ejemplo, probablemente no vengan de la U. de Chile, más bien estoy mirando en provincia».
La ley indica que la futura casa de estudios de la región de O’Higgins tendrá que someterse en un plazo inferior a siete años –desde el nombramiento del primer rector- al proceso de acreditación. Asimismo, deberá presentarse a una evaluación de su gestión institucional dentro de los primeros cuatro años, posteriores al nombramiento del primer rector, la cual será realizada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) y deberá considerar criterios de calidad, existencia de al menos un programa académico que permita a sus estudiantes en otras instituciones de educación superior y de un programa de pregrado que se desarrolle completamente en la región y que tenga pertinencia con los potenciales regionales.
Universidad de primer nivel
Para concluir, el rector se refirió a los argumentos que ofrecerá la Universidad de O’Higgins para que los futuros estudiantes, que en 2017 deberán hacer su ingreso a la educación superior, elijan a la institución local.
En esta línea, sostuvo que “si ellos (alumnos) están interesados en las áreas que la Universidad de O’Higgins va a desarrollar, van a tener acá una casa de estudios de primer nivel nacional e internacional, conectada con todo Chile y con lo internacional. Una institución con un cuerpo académico muy joven, todos formados en universidades de primer nivel en el mundo y con presencia de los mejores académicos de las cuatro regiones”.