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Columnas de Opinión

La inclusión escolar y sus beneficios sociales y académicos

VIERNES, 4 DE SEPTIEMBRE DE 2015
Publicado por

Equipo de Corresponsales


La ley de inclusión Escolar promulgada a principios de este año, constituye un importante avance para terminar con la segregación escolar por rendimiento, nivel socioeconómico o religión en nuestro país.


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Los datos arrojados por la OCDE (2010), han demostrado que nuestro país en materia educativa, está entre los menos inclusivos del mundo, lo cual tiene un impacto no solo en el rendimiento escolar, sino que además, tiene implicancias sociales negativas para el desarrollo democrático, cohesionado y el desarrollo económico de nuestra nación.

La idea desarrollada durante la dictadura militar de cambiar el sistema de financiamiento de la educación y de dar paso a la privatización, con el objetivo de aumentar la inversión de ella por medio del aporte de los padres, dio origen a un modelo fuertemente segregador que llevo a concentrar a la población más vulnerable en el sistema público y a los más pudientes en las escuelas privadas, ahondado la problemática, con la insistencia en medir el producto y no el proceso en los gobiernos democráticos, haciéndonos creer que hablar de calidad es sinónimo de SIMCE (La simceficación de la educación chilena).

Al observar las distintas realidades, nos damos cuenta que todos los países desarrollados y los que componen la OCDE, tienen sistemas educativos públicos e inclusivo, todos ellos han realizado desde los años 50 numerosos estudios e inversiones para disminuir la segregación en sus países, producto de las fuertes corrientes migratorias que sufren países como EE.UU, Francia, Inglaterra, Italia, situación que nuestro país está empezando a vivir.

Los efectos positivos de tener una educación más inclusiva son variados. El primero de ellos es de orden social, mejora lo indicadores de participación social, la cohesión y la equidad y fortalece la democratización.

En cuanto a los factores educativos, se mejora los rendimientos académicos al producirse el “Efector Par”, factor ampliamente documentado desde los años 60 que ha demostrado que los resultados académicos están más relacionado con las características socioeconómicas que con otros elementos que posea la escuela. En términos simples el “Efecto Par”, está referido a que los estudiantes con mejor nivel socioeconómico, producto de su capital cultural registran mejores resultados académicos y tienen expectativas más alta y mayor motivación, lo cual crea una “Cultura del éxito”, ayudando con ello a que los con menos recursos se tensionen para alcanzar el mismo nivel, mejorando con ello los resultados de aprendizaje (Los primeros estudios en Chile, demuestran que la Ley SEP ha tenido un impacto favorable en este sentido). Al mismo tiempo, este proceso de integración de estudiantes, mejora las interacciones sociales tanto dentro como fuera del aula, permite el desarrollo de destrezas cognitivas de nivel superior, desarrolla habilidades blandas como la tolerancia, la empatía social y además, favorece la retención escolar.

Ricardo Cristi López

Director Magíster en Dirección y Liderazgo para la Gestión Educacional

UNAB


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