Los problemas de conectividad y locomoción que rodean al nuevo Hospital Regional de Rancagua a meses de comenzar su funcionamiento –se estima que podría ser en diciembre de 2015- continúan siendo tema de preocupación para las autoridades.
En este escenario, representantes de la Federación de Taxis-Colectivos de la Región de O’Higgins se reunieron con el seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Francisco Lara, a quien dieron a conocer su opinión respecto a esta materia. En esa oportunidad «conversamos sobre el tema puntual de la locomoción y nosotros manifestamos nuestra inconveniencia a la situación”, recuerda el presidente de la federación, Eduardo Lillo.
El dirigente explicó que en esa oportunidad dieron a conocer su negativa a la petición hecha por el representante regional de la cartera de Transportes de aumentar los recorridos hacia el nuevo recinto hospitalario, que se encuentra ubicado en la avenida Alameda con la Ruta H-10.
Eduardo Lillo indicó que el rechazo a la propuesta del seremi Francisco Lara se produjo debido a que “hacia ese sector hay trece líneas de colectivos funcionando en este momento, todas del recorrido 25 de febrero”.
El dirigente explicó los inconvenientes que generaría en el sistema de locomoción colectiva de Rancagua realizar cambios de recorridos o sumar nuevos trazados. “Crear nuevas mallas, nuevos servicios que vayan desde todos los sectores en dirección al hospital es una locura, eso no tiene base técnica porque además se generará una congestión enorme. Significará desordenar las mallas que en la ciudad están muy ordenadas”, expresó Lillo.
Además expresó que para solucionar el problema de conectividad, los usuarios deberán “utilizar el sistema de todas las ciudades modernas», donde «la gente tiene que hacer transbordo de locomoción”.
Eduardo Lillo agregó que “de hacer una modificación de recorridos, con justo derecho los choferes de la línea ’25 de Febrero’ van a exigir ir a la Fusat o Isamédica y a todos los centros de salud que hay en el sector oriente de la ciudad y eso terminará por desordenar la estructura que tenemos hoy”.
El representante de los colectiveros asegura comprender la presión que existe hacia la Seremía de Transporte, el Gobierno Regional y la dirección del Servicio de Salud O’Higgins ante este inconveniente. “Nosotros entendemos que existen grados de presión por parte de la ciudadanía y de los funcionarios del hospital hacia las autoridades, pero las cosas hay que pensarlas de forma más fría”, manifestó.
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