Paro de camiones y conflicto mapuche

En 1997 tres camiones fueron quemados en la comuna de Lumaco, en la provincia de Malleco. Un hecho que, para algunos, fue el punto de partida de una escalada de violencia en la Región de la Araucanía que continúa hasta el día de hoy. Enfrentamientos con la policía, incendios en predios y viviendas, cortes de caminos y muertes han sido el lamentable paisaje que como chilenos nos ha tocado conocer en el sur del país a raíz del conflicto mapuche.

Hechos de violencia que motivaron a los camioneros a iniciar una caravana –cuyo objetivo era llegar a La Moneda- para visibilizar los atentados que han sufrido en los últimos años y que, en su mayoría, se relacionan con la quema de camiones. Complejas situaciones que han propiciado un entendible clima de inseguridad en el sector.

Y en medio del bloqueo que se produjo ayer en la Ruta 5 debido a que la caravana de camiones no pudo ingresar por la mañana a la Región Metropolitana, el ministro del Interior Jorge Burgos hizo un mea culpa al reconocer “una situación de fracaso del Estado (…) porque muchos de estos casos han quedado impunes, ha habido sin duda una falta de respuesta del aparato del Estado, en medida que delitos de esta gravedad no han sido condenados». Junto con ello insistió en el diálogo.

Actos de violencia que tampoco representan a todo el pueblo mapuche que se extiende entre la región de la Araucanía y la provincia de Arauco, en el Bío Bío, y que no pueden empañar las históricas demandas de este pueblo.

Cómo solucionar el conflicto en la Araucanía. ¿El diagnóstico ha sido errado? ¿las soluciones propuestas han sido insuficientes? ¿se trata de delincuencia? ¿se requieren más recursos o de una mayor integración del pueblo indígena?

Quizás no hay que dejar pasar las palabras del ex intendente Francisco Huenchumilla quien señaló que “en 100 años nunca nadie ha tenido una propuesta de salida para esto”. Y la evidencia le da la razón. Ningún gobierno ha sido capaz de implementar una real y efectiva política en esta zona, que permita satisfacer las demandas ancentrales de los mapuches y que, a la vez, permita terminar con la violencia y se logre recuperar la paz social.