El 3 de agosto en el Salón Montt Varas del Palacio de La Moneda, la Presidenta firmó el texto que autoriza el funcionamiento a dos nuevos planteles universitarios estatales, uno en la región de Aysén y otro en O´Higgins. Los objetivos buscados son “descentralizar la educación, promover un desarrollo cultural, científico y económico mucho más armónico en cada región del país”. Esta ley forma parte, según declaración del Gobierno, del fortalecimiento de la educación pública, la descentralización y la equidad en la Educación Superior.
Hasta aquí las intenciones, el trabajo recién comienza, el rector, quien será nombrado por la Presidenta, tendrá como objetivos únicos la redacción de los primeros Estatutos Orgánicos y el primer plan de desarrollo estratégico de la institución, modelo educativo e instalación del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (PACE) a la educación superior, estos vitales temas deben ser finiquitados al 2016. La no existencia del plan de desarrollo institucional hace prever que aún no se sabe con qué carreras abrirán, ni cuál será la población y características de los estudiantes que atenderá y, desde luego, tampoco se debe tener claro el perfil de egreso de los profesionales que aportarán a la región.
En otro ámbito, ¿cuál será el impacto en la matrícula de las otras universidades estatales en las regiones aledañas?, esta pregunta es importante para las universidades de la región de Los Lagos y Magallanes. En ambas regiones las universidades estatales existentes dan cuenta de un fenómeno común al subsistema de universidades estatales, su matrícula total, dejando de lado la incursión que han realizado en carreras de tipo técnico, vienen a la baja. En el caso de la Universidad de Los Lagos, de acuerdo con las cifras oficiales de matrículas publicadas a nivel de carreras, en los últimos cinco años se observa una disminución en la matrícula por sobre un 35%, situación similar, en cuanto a tendencia de la matrícula, evidencia la Universidad de Magallanes.
Más aún, ¿qué ocurrirá con la matrícula de las Universidades del CRUCHO con oferta en la Región de Aysén?
Esta pregunta también importa a las universidades menos selectivas del CRUCH con presencia en las regiones sexta, séptima y metropolitana.
Para el caso de la Universidad de la sexta región, cabe preguntarse con justa preocupación, ¿Se tuvo a la vista la experiencia de otras universidades que han incursionado en esa región? Cabe destacar el intento, en los últimos diez años, de a lo menos cinco universidades estatales que han intentado tener presencia en esa zona, cuatro de ellos fallidos.
De todas formas, con gratuidad y con suficiente apoyo estatal, tal vez ambos proyectos funcionen. ¿Qué ocurrirá con los esfuerzos realizados por universidades privadas en ambas regiones con algún grado de éxito? Qué importa… soplan otros vientos.
Ramón Berríos Arroyo
Director de Desarrollo y Proyectos
Universidad San Sebastián