Repudio total a la violencia

Los vecinos de varias comunas de la Región de O’Higgins se encontraron durante la mañana de ayer con las consecuencias de violentas protestas que se repetían en varios puntos de la Rancagua, Machalí y de la Ruta 5 Sur. Los tacos y alteraciones en el tránsito que se generaron muy temprano tenían como denominador común una manifestación de trabajadores contratistas de El Teniente que, en esta oportunidad, estuvo acompañada de barricadas y ataques a buses que trasladan a trabajadores de la división. El más violento tuvo relación con la quema de una máquina a la altura del puente Cachapoal, que terminó por destruirla en su totalidad. Pero no fue todo, la empresa Link denunció que otros ocho buses ayer fueron apedreados y resultaron con daños de diversa consideración. Una lamentable situación que se suma a otros actos vandálicos que se viene repitiendo desde que se inició esta movilización. Desde la empresa Link aseguran que ya van 32 los buses dañados en medio de este conflicto.

Actos que fueron condenados por amplios sectores. Desde Codelco –que anunció acciones legales- hasta dirigentes sindicales de la propia empresa afectada y de otras organizaciones que al unísono han lamentado la grave situación vivida ayer. Hechos que no se deben volver a repetir y que tampoco deben amedrentar a las autoridades. Por el contrario, situaciones de esta naturaleza sólo contribuyen a colocar un freno a quienes están dispuestos a dialogar.

Es de esperar que este nivel de violencia no marque un precedente para futuras manifestaciones o legitimas demandas de los trabajadores del cualquier sector productivo. No es posible sentarse a conversar en base a medidas de fuerza o acciones violentas. Estas conductas no se deben transformar en una excusa o argumentos suficientemente fuertes en medio de una negociación. Por el contrario, debe primar el diálogo, el entendimiento y el respeto de las posturas de todas las partes involucradas.  Y en estos escenarios, las conversaciones deben ser encabezadas por dirigentes y líderes sindicales que representen fielmente a las bases, que no actúen con colores propios o por intereses personales, pero que privilegien el diálogo por otro tipo de conductas más extremas que no van en la dirección correcta.