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Editorial

Reponer relaciones sin imposiciones

VIERNES, 31 DE JULIO DE 2015


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Nuevamente esta semana el presidente de Bolivia, Evo Morales, buscó lograr un efecto mediático en relación a la demanda marítima del país altiplánico. Esta vez propuso al gobierno chileno reponer relaciones diplomáticas con intercambio de embajadores, pero bajo la condición de “que en menos de cinco años se resuelva el tema del mar para Bolivia, una salida al océano Pacífico con soberanía”, según las propias palabras de Morales que, no conforme con ello, pidió además que en este tema actuase como garante el Papa Francisco e invitó a la Presidenta Michelle Bachelet a viajar al Vaticano para pedir la mediación del sumo Pontífice de la Iglesia católica.

Declaraciones que una vez más no cayeron del todo bien en La Moneda. La respuesta a los dichos del presidente boliviano, llegó de la Cancillería. El ministro de Relaciones Exteriores, quien mostró la disposición del gobierno chileno a reanudar relaciones diplomáticas, pero “sin condiciones”, según palabras del secretario de Estado, quien agregó que “el diálogo es diálogo, no es imposición».

La ruptura de las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia ocurrió en 1978, pero actualmente ambos países tienen cónsules en La Paz y Santiago. En su visita al país altiplánico, el Papa Francisco no estuvo al margen de este tema y llamó a «construir puentes de paz y no muros de separación».

Chile, tanto en el plano comunicacional como jurídico, ha defendido su postura en esta materia y las señales que se deben seguir dando en el futuro no deben desviarse del camino adoptado en el último tiempo. Primero, que La Moneda está dispuesta a reponer relaciones diplomáticas en forma inmediata, pero sin condiciones, o sea, esta decisión no debe estar supeditada a alguna medida (como el plazo de cinco años para dar solución a la demanda marítima) o a la imposición de acciones (como solicitar la mediación del Papa).

Y segundo es fundamental -para poder construir una agenda bilateral con mirada de futuro, en materia de integración social, cultural económica- que ambas naciones se comprometan a respetar los tratados vigentes, bajo la premisa que entre Chile y Bolivia no existe ningún tema limítrofe pendiente.

 

 

 

 


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