Uno de cada cinco usuarios de Internet asume que sus contraseñas no tienen ningún valor para los ciberdelincuentes, según una encuesta realizada por Kaspersky Lab y B2B International. Sin embargo, las contraseñas son las llaves que resguardan los datos personales de los titulares de la cuentas, de su vida privada e incluso de su dinero, y si son robadas las consecuencias pueden afectar no sólo a individuos, sino también a sus contactos, advierte la misma agencia.
Por ejemplo, un correo electrónico comprometido le da la oportunidad a los estafadores para que tengan acceso a cada cuenta a la que el usuario esté conectado, gracias a los mensajes que recibe, notificando registros exitosos o respuestas a solicitudes de recuperación de contraseña. A su vez, una cuenta comprometida en un sitio de red social permite difundir publicidad spam y enlaces maliciosos.
Una contraseña de una cuenta de una tienda en línea le da a los ciberdelincuentes una oportunidad para cosechar datos financieros y gastar el dinero de otras personas. Sin embargo, sólo la mitad (52%) de los encuestados nombró a las contraseñas entre la información valiosa que ellos no querrían ver en las manos de ciberdelincuentes, mientras que el 21% de los encuestados no percibe un valor inherente en sus contraseñas para los delincuentes.
La encuesta muestra que los usuarios toman a menudo el camino fácil al crear y almacenar sus contraseñas. Sólo 26% de los usuarios crea una contraseña independiente para cada cuenta, mientras que el 7% de los encuestados utiliza un software especial para el almacenamiento de sus contraseñas. Sin embargo, el 23% de los encuestados escribe sus contraseñas en un cuaderno, un 12% las almacena en un archivo en el dispositivo móvil, 13% las almacena en su computadora, y el 9% de los usuarios las deja en una hoja pegada cerca de la computadora. Al mismo tiempo, el 17% de los usuarios comparte libremente sus contraseñas personales con familiares y amigos.