La exclusión como proceso social ha estado presente desde siempre en la historia de la humanidad, lo cual está muy bien documentado y explicitado por autores como Michelle Foucault en su libro “La Historia de la Locura”. Históricamente ha existido grupos de poder que han ido tomando las decisiones y ordenando la realidad a su mejor conveniencia y estableciendo un mundo de garantías y facilidades, acordado y manipulado por ellos y para ellos.
Durante la Edad Media, por ejemplo, los señores feudales, establecieron las normas a su antojo y usufructuaron del poder, fijando las normas y excluyendo tácitamente a los vasallos (recuerden el famoso derecho de pernada). De la mismo forma, lo hicieron las monarquías y hoy en día, la llamada clase política, instalando un orden mantenido en un tiempo lineal que se ha conservado inmutable a través de los años y que hemos asumido como la normalidad.
Este orden establecido y asumido por todos nosotros, se visualiza y cobra una dramática vigencia hoy en día cuando revisamos cada noticia que va saliendo a la luz pública; qué duda cabe, esta herencia la asumió como propia nuestra clase política y llevo a que establecieran las reglas del juego a su entera conveniencia, no por nada, cuando pudieron establecer un cambio estructural en los 90, la supuesta centro izquierda no lo hizo y optaron por mantener férreamente el modelo porque les era útil y con ello perpetuaron el conveniente y lucrativo orden establecido: “Unos son señores con todos los privilegios y otros los lacayos que obedecen y acatan y reciben las migajas”.
Quizás sea hora de develar y cambiar el paradigma y generar una sociedad más equitativa y justa en donde la democracia cobre su verdadera esencia de participación de todos los que componen y construyen la sociedad y no como ha sucedido y ocurre, con las reformas laborarles, tributarias, universidades regionales y por supuesto reformas educacionales que han sido y siguen siendo realizadas entre cuatro paredes por un supuesto grupo de experto, que tal como lo menciona Abraham Magendzo, constituyen y representa a los grupos de poder que determinan nuestros destino y estructuran los patrones culturales que ellos quieren con miras a mantener el statu quo
La Historia parece que se repite, es la Historia de los Señores y sus Vasallos.
Ricardo Cristi López
Magister en Gestión Y Liderazgo
Director de Programa de Magister de la UNAB