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Exclusivo: Abogado Mario Barrientos aclara su vinculación con la empresa Caval

JUEVES, 16 DE ABRIL DE 2015
Publicado por

Equipo de Corresponsales


El ex alcalde prestó declaraciones en calidad de testigo en la investigación que lleva la Fiscalía de O'Higgins, pero su nombre volvió a ser mencionado en la audiencia del pasado martes. Por ello, entrega una serie de antecedentes donde -a su juicio- se descartaría el delito de estafa.


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Barrientos dio a conocer las cartas mediante las cuales se negociaron los polémicos predios.

Barrientos dio a conocer las cartas mediante las cuales se negociaron los polémicos predios.

El abogado y ex alcalde de Rancagua, Mario Barrientos, cuenta cómo nace su vinculación con la venta de los polémicos terrenos que Silca compró en la comuna de Machalí a la empresa Caval, de propiedad de Natalia Compagnon -nuera de la Presidenta Michelle Bachelet- y Mauricio Valero.

«En junio del 2014 me contactaron dos personas que yo conozco: Andrés Levine y Mauricio Silva, para decirme que en su cartera de clientes tenían una empresa Caval, que era propietaria de unas propiedades en el sector de la Carretera del Cobre al llegar al cruce en Nogales, y que estaban interesados en buscar un socio», cuenta Barrientos, quien de inmediato asegura que esta operación «no partió con compraventa» y que «Caval estaba dispuesta a hacer un 20% ó 30% de la participación a cambio de una inyección de capital», explica el abogado.

Barrientos cuenta que Caval «tenía que pagar un crédito al Banco de Chile por los seis mil y tantos millones de pesos con que habían comprado la propiedad y que vencía en enero del 2015. Calculaban que al asociarse con ese dinero podían postergar o prorrogar el crédito y esperar -junto con este nuevo socio- la oportunidad de una venta a futuro».

El reconocido profesional cuenta además que a Hugo Silva -dueño de la empresa Silca- lo conoce hace más de 30 años, ya que fue su abogado por casi dos décadas. «Hace más de 20 años se dedica al tema inmobiliario en la región. Nadie va a engañar a Silva en eso. Yo entendí que era el hombre más adecuado y hablé con él, se interesó y  se programó una primera reunión que fue en Santiago», cuenta Barrientos, quien agrega que en esta cita estuvo Silva, Manuel Guerrero, Mauricio Valero. «(Natalia) Compagnon no estuvo en esa ocasión porque tenía otro compromiso. Estaba yo y Andrés Levine».

El abogado cuenta que «era la primera reunión de acercamiento. Nuestra tarea era que las partes se conocieran y comenzarán a negociar. En esto yo no fui contratado ni como abogado ni he participado como abogado ni he tenido nada que ver con la negociación. Los contratos los redactó el estudio Philippi».

Barrientos entrega detalles de esa reunión: «Se habló del tema de la asociación y a Hugo Silva no le pareció atractivo en principio porque él expresó que le gustaba tener la mayoría, con el 20 ó 30% quedaba entregado a lo que resolviera una mayoría ajena. Entonces se acordó buscar una fórmula diferente y se pactó una segunda reunión en Rancagua, en el terminal O’Higgins, donde tiene su oficina Silva».

Esta segunda reunión fue clave: Por primera vez participó Natalia Compagnon. «Ahí la conocí», asegura Barrientos, quien agrega que en ese momento «se planteó la posibilidad que en lugar de asociarse se hiciera derechamente la compraventa de las propiedades, lo cual modificaba lo que inicialmente se había conversado».

¿Por qué?

Porque en estas propiedades existía un proyecto que se llamaría “Ciudad del Cobre”. Pero a Hugo (Silva) no le interesaba, le interesaba comprar el suelo con la expectativa de esperar un par de años que subiera el valor con el cambio en el uso del suelo y vender. Su giro es ese, así lo explicó. Eso dio lugar a que quedarán algunas bases y se hizo una tercera reunión, en la misma oficina, estuvieron las mismas personas más Hugo Javier Silva, el hijo de Hugo. Fue la última reunión en la cual participe porque de ahí las partes empezaron a negociar privadamente.

Las cartas entre Silca y Caval que descartarían el delito de estafa

“Debo agregar que Caval le entregó a Ruta 86 –y esto es lo más relevante- la totalidad de los antecedentes y el detalle de su pasivo con el Banco de Chile, con un convenio de confidencialidad que se firmó por un año», cuenta Barrientos.

«Ruta 86 conocía la situación de Caval y eso a mí me consta personalmente porque tengo una copia”, asegura el abogado, quien señaló que «esto comenzó a gestarse, pero ocurrió que las perspectivas de precio eran muy distintas, entre lo que quería Caval y Ruta 86».

Según información entregada por Mario Barrientos, el 20 de agosto del 2014, Manuel Guerrero, gerente general de Ruta 86, le envía una carta a Mauricio Valero con la siguiente oferta:

Por interés de la presente, y de acuerdo a las conversaciones que hemos tenido por el terreno ubicado en Machalí: Santa Elena, Santa Cecilia y San Diego, con una extensión de 44 hectáreas, venimos a realizar una oferta por la totalidad de lo indicado anteriormente”.

A: Por 6.500 millones de pesos al contado e inscripción en el conservador del predio.

B: Como parte de pago el fundo San Luis ubicado en Pelequén, avaluado en 2 mil millones de pesos.

La carta agrega que «en relación a la parte de pago del fundo San Luis se proyecta la posibilidad que Ruta 86 retrocompre este predio al mismo valor entregado en parte de pago. Para que ello suceda debe existir la condición de que en un plazo no mayor a siete meses desde la firma de la escritura de compraventa, el plan regulador que afecta a los predios que se compra haya sido modificado de urbano a habitacional. Si se da esta condición antes del plazo Ruta 86 retrocompra el predio”.

Para Mario Barrientos, de esta carta se desprende «que el precio (por los terrenos) era de 8 mil 500 millones, la única diferencia es que en un caso pagaba con un fundo y en el otro con billetes».

Por ello se pregunta «¿alguien estafó a Ruta 86 con el cambio en el plano regulador?». A su juicio «aquí está claro», ya que el abogado insiste en que «ellos mismos lo ponen como condicionante, no de la operación, solamente de la retrocompra del fundo».

Tras la carta de la primera oferta, hubo una respuesta del 10 de septiembre, por parte de Mauricio Valero:

La carta dice lo siguiente: “Nuestra expectativa de valor de la venta asciende a 550 mil UF», se lee en el documento, donde se agrega que «según lo planteado en reuniones conjuntas, donde señalamos que nuestro objetivo es aportar a la liquidez de nuestra empresa. No está en nuestros planes recibir ningún tipo de bien en parte de pago».

«Dado que nuestra empresa no tiene participación alguna en el proceso de cambio de suelo, situación que responde a iniciativas comunales de público conocimiento, no estamos en condiciones de anexar ninguna cláusula al proceso señalado en su carta”, agrega la misiva enviada por Valero a Guerrero.

“Dado lo indicado anteriormente y producto de que existe una brecha importante entre nuestras expectativas y las de vuestra empresa, no estamos en condiciones de aceptar la oferta”, finaliza el propietario de Caval.

Barrientos explica que «al 10 de septiembre el negocio no se hacía, pero se retomaron las negociaciones» y agrega que «el 29 de octubre llega la última oferta de Ruta 8 que ofrece $9 mil millones al contado y dos casas en parte de pago». Y el abogado insiste: «¿Dónde está la condición con el plan regulador? En ninguna parte. Y esa oferta la aceptó Caval». Entonces, se pregunta el abogado: ¿de dónde viene ahora Ruta 86 a decir que los estafaron?

Correo cuestionado

En la audiencia llevada a cabo el pasado martes en el Juzgado de Garantía, se dieron a conocer una serie de correos donde aparecía vinculado Mario Barrientos. En uno de ellos, -según el fiscal regional Luis Toledo- el abogado señalaba a Manuel Guerrero que «debo comentar, saliendo del tema central, que no me convence que Ruta 86 tome una buena decisión abandonando la idea de asociarse, porque es elemental que Caval tiene un peso muy especial de agilizar y acelerar la vigencia del plan intercomunal en un plazo breve. Entonces es posible que la inversión que se haga se pueda recuperar en un plazo más corto y con mayores utilidades”.

Barrientos se pregunta: «¿Qué estoy diciendo con eso? ¿estoy haciendo una promesa? Estoy haciendo un comentario». E insiste: «Yo estoy hablando de agilizar los trámites, no que se haga una cosa chueca, torda. ¿Y dónde está el pecado de eso? ¿Eso es un llamado a engañar a alguien?»

El abogado asegura que «Ruta 86 se dedica a esto, lo del plano regulador intercomunal lo tienen claro como la luz del día, lo han estudiado, lo han seguido, porque saben que es una oportunidad de negocio  ¿cuál es la novedad que le estoy diciendo?. Además estoy haciendo un comentario, esto no es parte de la negociación».

 


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