“Respaldamos la gestión y liderazgo de ese director (Centro Reclusión de Graneros), así como la disposición al diálogo del director regional», manifestó Patricio Castro.
División existe al interior del Servicio Nacional de Menores (Sename) de la Región de O’Higgins, producto del paro iniciado el 11 de marzo por funcionarios adheridos a Afuse Cachapoal. Las críticas provienen de la dirigencia del otro sindicato que existe al interior de este organismo público: Antrase. Su presidente, Patricio Castro, asegura que otros 35 trabajadores están en contra de las manifestaciones.
El dirigente de Antrase acusa que producto de esta movilización hay personal que “ha trabajado 36 horas».
«Ahí sí hay un maltrato, cuando se deja a los trabajadores encerrados, sin salir a comer ni a ducharse. Ahí están vulnerados los derechos de los trabajadores”, estima Patricio Castro.
Para el dirigente, esta movilización intenta “desviar la atención en complicidad con la ANEF”. En la misma línea, acusa que existe un dirigente del Centro de Reclusión de Graneros que cuenta con un sumario y estaría detrás de esta paralización.
“Siendo directos, no es creíble el discurso de algunos dirigentes llamando al fin de los ´apitutados políticos´ cuando tienen gestiones apadrinadas por políticos”, asegura Castro, quien agregó que en múltiples instancias han solicitado reuniones con la ANEF. “Estamos dispuestos a que el presidente regional vaya a una reunión con nosotros”, puntualizó.
“Nos parece una falta de criterio y también una falta hacia los trabajadores que la ANEF no quiera reunirse con nosotros. Nosotros también pagamos las cuotas que nos descuentan mensualmente, así que mínimo merecemos un respeto”, criticó.
Los funcionarios movilizados -agrupados en Afuse- exigen la salida inmediata del director del centro cerrado de Graneros por supuestos maltratos. Ante esta demanda, el presidente de Antrase anunció que “respaldamos la gestión y liderazgo de ese director, así como la disposición al diálogo del director regional, Pedro Pablo Miranda”.
Castro reconoció que “el Servicio está al debe con sus funcionarios en materia de remuneraciones, capacitación y otros, pero no es óbice para que estos dirigentes levanten las banderas legítimas con el sólo propósito de blindarse y hacer gallito con la autoridad”. Ya que “a la larga lo ilegítimo de su actuar sólo debilita el movimiento gremial”, sostuvo.
Finalmente, añadió que “como organización, con todas las dificultades, apostamos a una dirección y organización proactiva que se gana los espacios con transparencia, con funcionarios incentivados, respeto por el Servicio y los usuarios”.
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