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Columnas de Opinión

Por el bien de Chile: ¡renuncien!

MARTES, 31 DE MARZO DE 2015
Publicado por

Columna de Opinión



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Dicen que el principal accionista de Soquimich (SQM) ha hablado. Que lo ha hecho sin tapujos y extensamente ante los fiscales. Que no se ha guardado nada. El rumor indica que la cifra que ha dado sobre aportes irregulares a campañas es impresionante. Afírmense: son 17 senadores – 45% de esa cámara -, 48 diputados – 40% – a los cuales hay que agregar tres secretarios de Estado. Sólo SQM reúne por sí sola esa impresionante cifra. Imagínense si agregamos la que aportará Penta, o los nombres que podrían agregarse cuando entren al ruedo Ripley, las telefónicas u otras empresas que operaban de ese modo para financiar campañas. No es exagerado lo que voy a decir, pero parece que a la luz de lo que va saliendo será difícil encontrar parlamentarios “limpios”. Ello explica su silencio. Ya lo decía Hernán Calderón luego de que la prensa develara el modus operandi: “después de conocer los documentos relativos al caso Penta, como correos, cartas y declaraciones de implicados, queda claro que el poder económico de la élite empresarial ha dominado la política y condicionado el mercado y la competencia. Los casos Penta y Soquimich no son un hecho aislado, sino una práctica generalizada de la elite empresarial. A través del lobby se ha impedido que se establezcan reglas, normas y medidas correctivas que favorezcan a las grandes mayorías”.

Ahora nos explicamos lo de Cuprum y el ahorro auspiciado por el Fisco, a través de la superintendencia; nos explicamos también   la demora o el bloqueo permanente a importantes iniciativas legislativas, siendo los casos más recientes la promulgada ley de insolvencia financiera y Reempredimiento; la de la tasa máxima convencional;, el caso Cencosud y el aumento unilateral de comisiones; la derogación del reglamento de la ley del Super-8, que significó un retroceso debido a la presión de las cadenas del rubro; el llamado Sernac financiero, que consideró que la revisión de contratos era voluntaria y que ha significado que ninguna empresa ha sometido sus contratos a la revisión por parte de este servicio; la reinterpretación por parte de Subtel, a petición de Entel, respecto del Art.21 del Reglamento de Telecomunicaciones. Ni hablar de la ley de Pesca o de porqué la reforma tributaria no incluyó a las mineras.

La situación es dramática y requiere una reflexión profunda de todos los chilenos y chilenas que creemos que la política puede y debe ser mejor que la que tenemos. No somos ángeles ni demonios, sino conscientes que es demasiado lo que está en juego como para dejar que las cosas sigan como están. Por de pronto, y en la medida en que continúen difundiéndose las empresas y actores públicos involucrados queda claro que este parlamento no tiene autoridad política, menos moral, para encabezar un proceso de cambio constitucional. La asamblea constituyente, incluso, para ellos mismos, es una salida propicia a su actual crisis de legitimidad .Háganlo, por Chile.

Edison Ortiz.


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