La Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento, institución que rige la nueva Ley en la materia, no sólo cuenta con la facultad de brindar ayuda a personas que están pasando por un mal momento financiero y requieren ofrecer a sus acreedores una alternativa de pago que les acomode tanto a ellos como a las empresas que se les adeuda, como por ejemplos la banca, retail y casas comerciales.
Dicha opción también se ofrece a las empresas que al igual que las personas están lidiando con un mal pasar financiero y necesitan contar con una institución que los pueda respaldar frente a sus acreedores. La Superintendencia orientará a la empresa que cumpla con los requisitos para solicitar su ayuda y vigilará cada uno de los procesos a los cuales se deberá someter la organización deudora.
Este beneficio se otorga a través de “la reorganización”, procedimiento judicial, que tiene por finalidad la reestructuración de los pasivos y activos de la empresa deudora, cuando ésta es viable. Pueden someterse al Procedimiento Concursal de Reorganización, ante el tribunal competente, esto es, el del domicilio del deudor, y es una facultad que sólo pueden solicitar las empresas deudoras.
Para ser calificadas como deudoras las empresas deben ser personas jurídicas de derecho privado, con o sin fines de lucro. Personas naturales contribuyentes de primera categoría o personas naturales contribuyentes del artículo 42 N°2 de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
Para la coordinadora regional de la institución, María Teresa Benavides, la normativa “busca transparentar una realidad muy común, con mucho embargo, donde existen personas que pueden tener muchas deudas y no tienen nada, y donde para poder pagar y terminar con las deudas, llevaban años en Dicom y finalmente no pagaban. Se busca dar solución al tema”, expresó.
La autoridad explicó que antes, una liquidación podía dejar hasta inhabilitada a una empresa y hoy en un año “puedes terminar de liquidar los activos de una empresa y apresurar el reemprendimienro de este empresario”. La reorganización busca que aquellas empresas que están en un período de tiempo donde están con problemas de solvencia, pero son viables, puedan optar a reorganizarce con sus acreedores y estar en un plano de igualdad entre el empresario o pequeña empresa versus sus acreedores”.
Si la empresa cae o está en un grado de insolvencia importante, puede solicitar ante el tribunal una solicitud de reorganización y optará a manifestarle a sus acreedores una propuesta de reorganización, finalizó Benavides.