El director regional de la Superintendecia de Educación Escolar aseguró que de comprobarse alguna infracción a la normativa educacional se aplicarán las sanciones correspondientes.
En medio de las clases suspendidas por problemas relacionados a la remodelación del colegio Eduardo de Geyter, la seremi de Educación, Alyson Hadad, indicó que “sostuvimos una reunión con la Superintendencia y la Corporación Municipal de Rancagua para realizar indicaciones sobre el cumplimiento de algunas materias fundamentales, principalmente, aquellas que resguardan la seguridad de niños y niñas que asisten a este establecimiento”.
Hadad confirmó que el establecimiento “presentaba videntes riesgos por los trabajos de construcción que se están realizando y que tienen un manifiesto retraso”.
Asimismo agregó que “se espera que en los próximos días logren superar algunos requerimientos y mitigar aquellas situaciones que representan mayor peligro para la comunidad educativa. Si esto sucede, aprobaremos prontamente el reinicio de las clases, pues nosotros debemos velar ante todo por la seguridad de los niños y entregar confianza a los padres y apoderados”.
Por su parte, el director regional de la Superintendencia de Educación Escolar, Juan Ramón Godoy recalcó que el artículo 24 del Decreto Supremo N° 315 del Ministerio de Educación, señala que «el sostenedor del establecimientos debió dar aviso inmediato a la Secretaría Regional Ministerial de Educación ante cualquier modificación que afectara los requisitos que le sirven de base para otorgar y mantener el reconocimiento oficial”.
Juan Ramón Godoy aseguró que se llevarán a cabo los procesos de fiscalización e investigación para poder acreditar que la vuelta a clases se desarrolle de manera segura. No obstante “de comprobarse alguna infracción a la normativa educacional, el establecimiento arriesga alguna de las sanciones establecidas en el artículo 73 de la Ley N° 20.529 (multa de hasta 1.000 UTM)”, sostuvo.
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