PUBLICIDAD
Columnas de Opinión

Para saber y contar

VIERNES, 27 DE FEBRERO DE 2015


PUBLICIDAD

1.-Nos ha dejado hondamente preocupado el agresivo curso que el gobierno boliviano le ha ido imprimiendo a su añeja demanda de salida soberana al Océano Pacífico, carente de la más elemental fundamentación.

La publicación de un manifiesto a página entera en el diario El Mercurio, invocando la memoria de Allende para obtener algo a lo cual no tienen derecho, nos ha dejado perplejos. Nunca el gobierno boliviano se había atrevido a tanto, faltando a la verdad en nuestra propia casa.

A lo anterior, se anuncia la visita a Chile del ex Presidente boliviano Carlos Mesa, al cual Ricardo Lagos dejó mudo, con esa energía que tiene nuestro estadista, en plena OEA y sin pelos en la lengua. Viene a explicar la posición boliviana, es decir, la gallina viene a la casa del zorro. Algo raro pasa en este mundo.

2.-La demanda ante la Corte Internacional, amén de carente de sustento jurídico de fondo, adolece de un vicio formal insalvable: el tratado de 1904 es anterior a la creación del tribunal, por lo cual éste carece de competencia para avocarse a conocer el diferendo.

Acertadamente, el gobierno opuso las pertinentes excepciones, pidiendo que el tribunal se declare incompetente, de modo que si esta posición es aceptada, el pleito terminará sin necesidad de entrar a conocer el fondo.

3.-En definitiva, siempre hay que pensar que cuando el adversario se insolenta, es porque se ha sido demasiado complaciente, tímido o torpe con él.

Son pocos los presidentes que han tenido fuerza en esto, como fue Jorge Alessandri, que cortó relaciones diplomáticas con Bolivia, por no soportar su estulticia.

Posteriormente, se ha abierto el diálogo, se han creado expectativas, se firmó una minuta de trece puntos, es decir, nuestro país no ha marcado una posición firme. Con el diálogo, los pusilánimes dirigentes europeos le entregaron a Hitler lo que quería y lo envalentonaron. Ahora está pasando lo mismo con Putin.

Querido lector, si un tercero llega a su casa, exigiendo que le entregue una parte de ella, ¿Ud. dialoga o lo manda  a buena parte de inmediato? El que dialoga, teniendo un derecho indiscutido, lo pone en duda, porque si acepta  conversar, es porque no se atreve o no tiene fuerza para decir de inmediato: “NO”.

Concluyo: observo buenos síntomas en nuestro gobierno, Heraldo Muñoz ha actuado bien, me inspira confianza.

Confío que, de una vez por todas, le digamos al odioso vecino que corte su monocorde discurso y deje de usarlo como parte de su política interna. Nos tiene hartos.

 

 

 


PUBLICIDAD
Comentarios

Cargando...
PUBLICIDAD
Loading...