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Columnas de Opinión

Energía: de monopolio a monopolio

MARTES, 24 DE FEBRERO DE 2015
Publicado por

Columna de Opinión



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Si aparentemente fue una sorpresa el regreso de Máximo Pacheco a Chile en 2013, dado su comentado éxito en el extranjero, lo fue aún más su designación en un ministerio débil, como lo era el de energía. Desde que extrañamente comunicó urbi et orbi su decisión de regresar – la que hizo efectiva en agosto – inmediatamente se lo sindicó como un ministeriable, aunque nadie por aquella época lo asoció  a Energía. Y es que las verdaderas razones por las cuales regresaba al país parece que estaban en otra parte. Sin embargo, la aparente debilidad de la cartera no era tal: había proyectos emblemáticos en espera como AltoMaipo, Hidroaysén y, por supuesto, la licitación del suministro energético. El propio Pacheco entregaría tiempo después la razón de ser de la aceptación de esa cartera: “Creo que es difícil encontrar en la economía chilena un sector donde haya más atractivo por invertir que en energía.” (El Pulso).

Como buen ministro de un gobierno proreformas  se mostró, al igual que la presidenta, critico de Hidroaysén, abogó por una mayor regulación  del tarifario del gas, criticó la falta de competencia en el sector, citando a la propia Fiscalía Nacional Económica (FNE),  y delante de los dirigentes de Conadecus, mientras les mostraba el mapa de la integración vertical de las empresas en energía, sentenció “¡esto es una vergüenza para Chile”! Pero luego, mudó de discurso: “El proyecto AltoMapio cuenta con todo el apoyo del gobierno”, así como “no está vedado el desarrollo hidroeléctrico de Aysén”, y recientemente en la disputa que hay en el Tribunal de la Libre Competencia (TLDC), por el aumento del tarifario Metrogas su ministerio indicó que no había excesos en los cobros ni rentabilidades de la compañía, ni tampoco integración vertical, menos falta de competencia. ¿Qué pasó entre medio?

Hubo una gira presidencial a España y una masiva reunión con inversores y enseguida el anunció de Gas Natural Fenosa (GNF) para hacerse con el control absoluto de CGE con una oferta de OPA no vista en este mercado – la acción de CGE subió de $2.300 a $4.700  -, pero que no es solo distribuidor sino el tercer mayor productor de gas lo que pone en tela de juicio el compromiso del gobierno puesto en su programa de dotar de mayor competencia al sector. Ya lo dijo el presidente de Conadecus: va a “tener efectos no solo para los consumidores de gas  natural sino también para los consumidores de electricidad. Quiero hacerles presente que ya hay muchas comunas que ya están notificadas de que se van a cerrar las oficinas de menos habitantes por parte de CGE, propiedad de GNF”. Sin contar con los despidos enmascarados – renuncias voluntarias – que desde hace meses sufren los trabajadores del holding CGE.

Lo más probable es que energía sea otra área donde se evidencien más disonancias entre lo que dijo el ejecutivo en su programa y lo que terminó implementándose. Peor aún, es posible que con esta transacción el país, solo hay cambiado de monopolio. ¿Se entiende a la luz de los primeros sucesos que están ocurriendo en CGE el alto precio que GNF pagó por acción?


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