El recinto, en cuyo sector antiguo habitualmente se producen hallazgos de este tipo, se ha convertido en el lugar predilecto para algunas parejas de esta especie, quienes lo utilizan para la crianza de los polluelos. Éstos, debido probablemente a la inexperiencia en el vuelo, suelen caer al suelo provocándose lesiones que deben ser tratadas por los diversos centros de rescate a los que el SAG deriva a las especies silvestre protegidas que se rescatan.
El chuncho es un ave perteneciente a la orden de las strigiformes. Catalogada como beneficiosa para la actividad silvoagropecuaria, es uno de los ejemplares más pequeño de la familia strigidae, que también incluye a especies como el tucúquere o el pequén. Gracias a su vuelo sigiloso y su inmovilidad, una vez posado en el ramaje pasa generalmente inadvertido para la comunidad.
“La presencia de estas aves es común en las plazas y jardines y áreas rurales de la zona centro sur del país, encontrándose hasta los dos mil metros de altura. Al ser un ave rapaz, la dieta de esta especie está asociada aves, insectos, mamíferos y reptiles. Según reportes, es agresivo y feroz, cazando animales incluso más grandes que él, matándolos rápidamente con sus pequeñas pero poderosas garras”, manifestó Luis Rodríguez, jefe de la Oficina Sectorial San Fernando.
La pareja de ejemplares de chuncho juvenil, que según indica la Ley de Caza es una especie catalogada como benéfica para la mantención del equilibrio de los ecosistemas, fueron trasladados hasta el centro de rescate de aves silvestres de San Antonio, en la Región de Valparaíso, para su evaluación y posterior liberación en su entorno natural.