El Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, Herman von Muhlenbrock, en discurso pronunciado ante la Presidenta de la República, en la Cena Anual de la Industria, expresó el sentir de sus bases, en cuanto a que “preocupa el clima antiempresarial que se ha venido desarrollando en el país”. Agregó en su intervención que muchas de las discusiones de la reformas en actual trámite han estado acompañadas de ·”severas críticas al rol del sector privado”. La Presidenta no contestó de modo directo estas imputaciones.
Es preocupante esta percepción empresarial, porque es un hecho estadístico que el 80% del empleo lo aporta el sector privado, y el clima de incertidumbre instalado conduce a una inversión cada día menor, con su secuela de desempleo, paralización de proyectos y otros males, como lo estamos viendo día a día.
Reparemos que en octubre, el IPC subió un inimaginable 1% y que el crecimiento del PIB a duras penas rozará el 2% en 2014, completamente insuficiente para lograr los ambiciosos planes de desarrollo y mayor igualdad que se proclaman como metas gubernamentales.
En el fondo, el escenario fundado en la crítica al sector privado parece justificar una mayor intervención estatal, el permitir a través de los cambios propuestos, un sesgo socializante a nuestra economía. Un retroceso inconveniente por donde se le mire.
Los factores de la producción son todos indispensables para un acertado crecimiento nacional. Ninguno sobra. Si se pretende una gran reforma laboral, para mejorar a los trabajadores, ello no puede ser en desmedro de la empresa, de los emprendedores, porque solo todos en conjunto pueden mover este gran buque en que navegamos por el ancho mar de la vida.
Tal como lo dijo Parra, con otras palabras: “El capital y el proletariado unidos, jamás serán vencidos”. ¡Eso necesitamos!
Mario Barrientos Ossa.
Abogado.
Magister en Derecho U. de Ch.
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