La lectura y los libros como factor de desarrollo

“Dusioeps, kidodykasep, laloburiendoes sidohiros”. Lo anterior sin lugar a dudas es incomprensible para cualquiera de nosotros, debido a que no corresponde a ningún código conocido, ni desarrollado por la humanidad, por lo que resulta lógico que usted lector no lo pueda comprender.
En Chile, los estudios han demostrado que un porcentaje no menor de personas, no comprenden lo que leen, (Aplicaciones Simce han demostrado que el 25% de nuestros estudiantes de 4º básico no comprenden los que lee, mientras que estudios de la Unesco han demostrado que el 57% de la población entre 15 y 65 años no son capaces de entender un escrito). En el caso del Simce de escritura, cuyos resultados salieron hace unas semanas atrás, cuya tabla de puntaje era de 1 a 100, nuestros estudiantes de la región de colegios municipales alcanzaron 51 puntos y los de colegios Subvencionados solo 53 (Asumiendo que el puntaje de aprobación es 60), es decir muy lejos de los estándares requeridos y de lo que esperamos de nuestro sistema educativo.En resumen, los chilenos (incluyendo aquí profesionales) no comprenden lo que leen, ni son capaces de redactar un documento.
El análisis podría llevarnos fácilmente a otorgar la culpa al sistema educativo, sin embargo, el problema no radica solo aquí y es por ello que me quiero detener en los hábitos de lectura que tenemos los chilenos.
Nuestro país, hasta principio de la décadas de los 70 era uno de losque presentaba mayor lectura en Latinoamérica, sin embargo, a partir de 1976, con la aplicación del IVA (un 19%) este guarismo comenzó su descenso, hoy nuestro país es uno de los los que presenta un mayor impuesto a la compra de un libro (Argentina, México, Brasil, Perú y Uruguay tiene 0%, mientras que España tiene un 4%, Francia un 5,5%), dificultando con ello el acceso a este .
Estudios de Microdatos de la Universidad de Chile (2011) revelan que el 70% de posibles lectores no han entrado nunca a una librería o a una biblioteca, en Finlandia, que tiene uno de los sistemas educativos de mejor calidad y a quien estamos mirando asiduamente para realizar nuestra reforma, el 80% de las familias asisten el fin de semana a las bibliotecas.
Sin lugar a dudas, nos ha faltado visión para desarrollar una política de estado en favor del fomento del libro y la lectura, una política que trascienda los gobiernos de turnos y que abarque todos los aspectos y articule a todos los actores, con metas generacionales de hábito lector, con un real estímulo y apoyo a la editorial nacional y a la creación de librerías, con un Estado comprometidos con las bibliotecas públicas, las cuales deben estar abiertas pasadas las 19 horas y los fines de semanas y con actividades sugerentes que inviten a la familia a visitarlas, pero, por sobre todo, se requiere, que desde la educación pre-básica se les enseñe y fomente el hábito lector, lo cual requiere de profesores con formación y lectura continua.
Las personas con hábito lector, “expresan mejor sus ideas, comprenden mejor su entorno, tienen mayor desarrollo profesional y desarrollan mejores relaciones interpersonales”, según estudios desarrollados de la Universidad de Oxford. Para un país como el nuestro, el desarrollar la lectura no puede ser solo una idea vaga, “es una necesidad”. Un pueblo lector, es más creativo e innovador, lo que conlleva a generar riquezas a través de la generación de conocimiento y con ello avanzar al desarrollo, es por esto que se hace urgente una real y pertinente política que fomente la lectura y los libros.
Ricardo Cristi López
Director Magíster en Gestión y Liderazgo Educacional Sede Rancagua
Universidad Andrés Bello