Los primeros atisbos de discusión referidos a una Educación pública, la encontramos en tiempos de la Ilustración francesa, donde se planteaba “la educación como una necesidad para toda la ciudadanía, que, por tanto, constituye un derecho vinculado a la igualdad”.
Esta idea, de educación basada en la igualdad, que estuvo en el espíritu de todos los fenómenos sociales e ideológicos del siglo XX vividos en nuestro país, es hoy el que se está debatiendo… la discusión está centrada en qué tipo de país y sociedad queremos para Chile.
De lo anterior se deriva la primera complicación, cuando nos detenemos a pensar en el tipo de Educación que heredamos, podemos visualizar claramente que está ha sido la raíz de la grave desigualdad que vivencia la sociedad chilena, se generó una educación de segunda categoría para pobres y una privada muy diferente para un grupo reducido de ciudadanos.
Todos los estudios desarrollados por la OCDE y por PREAL, muestran que el tema de la calidad educativa no puede ser trabajado sin abordar el tema de la equidad.
Debemos ser claros, nuestro país necesita para su desarrollo una educación pública de calidad igualitaria para todos, sin exclusiones, ni selección y sin pago de por medio, donde todos nuestros estudiantes tengan las mismas posibilidades para lograrr sus competencias y talentos, solo así las puertas del desarrollo se abrirán, tendremos una sociedad moderna y democrática.
La educación mirada desde esta perspectiva, toma un sentido cívico y público para todos y no inclusivo para algunos y excluyente para otros, y busca alejarse de la idea de que la educación respondería a estrategias de poder y de control por parte de las clases dominantes o de la cultura hegemónicas tal como lo plantearan Althuseser o Foucault (Microfísica del Poder)
Lo que está en juego es más que una simple discusión, es el pensar cómo queremos construir nuestro país a futuro.
Ricardo Cristi López
Director Magister en Gestión y Liderazgo UNAB
Docente Universitario