La estación climática que actualmente cursa en Chile, nuestra primavera, con sus atrasos y otras frías particularidades, deja ver y también sentir una serie de fenómenos psicológicos, de comportamientos, y también biológicos. Lo señalado ha sido y es materia de estudio por esas repercusiones.
La estación objetivamente crea una atmósfera. Los entornos naturales pasan a vivir otro momento, otro estado. Los seres del mundo vegetal estallan en flores y hojas que anuncian frutos, en medio de un bello cromatismo. Las temperaturas en gradual proceso van en aumento, y el gélido invierno abandona su presencia y mando.
Al observar con algún rigor los detalles del fenómeno, se aprecia la aparición de algunas especies en plena ciudad que se daban por extintas, o en vías de extinción. Por ejemplo, algunos insectos como las » chinitas » chilenas que por tiempos no se dejaban ver, y que hace unos años hicieron noticia con su viaje al alto cosmos, como experiencia científica mundial por la gestión de un núcleo de estudiantes secundarios del país.
Otro importante ser….que ha reaparecido en escena es el laborioso » pololo «, coleóptero del campo y de los bosques chilenos que cumple una noble faena biológica, y que también es objeto de estudios científicos.
Son mínimos seres que con otros muchos han sido y son objeto de una implacable agresión humana hasta poner en riesgo su existencia. La irracional y masiva aplicación de tóxicos químicos en la agricultura y en los bosques del país por las industrias nacionales y transnacionales, han exterminado definitivamente a innumerables especies de gran utilidad biológica.
Libélulas ni mariposas hace mucho tiempo que ya no son vistas en flores ni en prados, sus inofensivos vuelos son un registro de la memoria.
El ser humano no ha logrado comprender que él es parte de un ecosistema junto con todas las demás especies. Y, si una desaparece, el equilibrio biológico mundial o universal se resiente, hasta su ruptura.
Como todas las palabras del idioma, pololo también tiene su historia, su etimología. Su origen mapuche (mapudungun) dice del insecto fitófago similar al moscardón.
El vocablo dio origen el verbo pololear, literalmente revoloteo del pololo. Por extensión semántica, metafórica, en el plano del mundo humano, pololo es el hombre que pretende a una mujer.
Nada menor es el significado y sentido del mencionado coleóptero. Su faena es transformadora de vida, es un polinizador. Vuela, en amoroso acto, de flor en flor.
Carlos Poblete Ávila
Profesor de Estado
Director Centro de Estudios
Conciencia Crítica
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