Es un ícono que distingue a Rancagua y que está siendo sometido a una exhaustiva restauración tras 102 años de presencia en el corazón de la ciudad. El monumento a O’Higgins que recuerda la Batalla de Rancagua ha sobrevivido al paso del tiempo y la idea es volver a dejarlo como en el momento de su inauguración. Para ello el municipio encargó la restauración de la estructura a un especialista en la materia, Luis Montes Becker.
El escultor explica qué ha cambiado en este monumento desde que se erigió en Plaza de Los Héroes. “Es una restauración que consiste en volver a colocar en origen, tal como se inauguró en su momento esta instalación”, explica el artista. “Lo que vamos a hacer es recuperar las bases de mármol en su estructura, fisura y brillo. En lo que corresponde al monumento ecuestre y las placas, es volver a colocar la pintura y coloración original. Lo que mayormente uno percibe es el daño en el mármol, principalmente por daño de las personas, no por el tiempo. Ha perdido brillo, hay fisuras por contracción de materiales y en el monumento había piezas faltantes y piezas sueltas por acción de las personas. Pero en general, es un monumento que se ha conservado bastante bien”, sostiene Luis Montes.
El administrador municipal de Rancagua, Daniel Gaete, destaca que “se contrató a una persona muy especializada en el tema de la reparación de monumentos históricos, él ha hecho trabajos muy relevantes particularmente en museos de Santiago”.
Sobre los plazos para ver reluciente a la estructura, el funcionario municipal estima que “a finales de septiembre vamos a estar en condiciones de poder entregar a la comunidad, y particularmente el 1 y 2 de octubre, una obra emblemática que define y le da identidad a Rancagua”.