Desde la opinión médica del diputado (PS) Juan Luis Castro, el decreto de alerta sanitaria anunciado para Rancagua y Machalí constituye un bien indicio. «Es un hecho positivo que la autoridad sanitaria tenga en sus manos el control, porque eso ayuda a paliar y promover el cuidado de la salud”. Castro explicó que la distribución por sector de material particulado se reparte de la siguiente forma “el PM 2.5 proviene de la leña en un 60%, después vienen las quemas agrícolas en un porcentaje menor, 15 al 20 %, y la diferencia viene de las fuentes móviles que usan diésel, como industrias, fábricas, vehículos (livianos o pesados) que tienen motores diésel”. Respecto a esto el diputado propuso una medida sumatoria al Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA). “Se requiere aplicar una restricción vehicular -que está considerada dentro de este plan y no se ha implementado- en el perímetro central de la ciudad de Rancagua bajo condiciones de alerta sanitaria o bajo condiciones de niveles críticos de PM 2.5”, señaló. “También creo que es fundamental ver todo lo que es recambio de calefactores, una política distinta. Cambiar a gas natural de calefacción en el mediano plazo es fundamental, porque es el combustible del futuro”, sostuvo el médico. Para Castro “el PDA es un esfuerzo moderado, no es un instrumento que a mi modo de ver debe quedar así, debe ser revisado, porque propone una meta modesta: reducir los contaminantes en un 20% en un lapso de cinco años. Me parece que es una meta poco ambiciosa, puesto que tenemos declaración de zona saturada desde hace cinco años”.