PUBLICIDAD
Columnas de Opinión

Ser padre, acto de rebeldía

VIERNES, 11 DE ABRIL DE 2014
Publicado por

Columna de Opinión



PUBLICIDAD

Dice el aforismo que todo hombre debe escribir un libro, plantar un árbol y tener un hijo; el sarcasmo popular reza que debe haber quien lea el libro, riegue el árbol y críe al hijo.Y eso es brutalmente cierto, por eso se dice que padre es el que cría, y eso no deja de ser una cuestión sospechosa en un mundo donde enseñar voluntad, disciplina, autorrespeto y autoamor atenta contra el orden establecido, más aún si se realiza en contextos populares.

Hoy a los padres en nuestro país se les pide estar fuera de casa. La televisión enseña modelos de hogar disfuncional con papá ausente, tarado o impresentable; apenas la madre se rescata un poco más. Además hubo muchos que creen que ir a la reunión de sus hijos, al consultorio, al médico, posta, etc. es privativo de la madre. Tienen hijos para la escasa foto del fin de semana y para posar frente al vecindario peloteando o dándose una vuelta por alguna plaza antes de echarse, rendidos, a descansar. Y eso si es un padre que viva con esa persona que vive con él.

Son tiempos malos para ser papá: nadie dice cómo se hace ahora mientras todos los modelos antiguos se suponen malos por violentos, agresivos, ausentes, desmerecedores, sospechosos de chantaje. Pero sólo un grupo de varones tienen ese extraño privilegio: los que criamos, los que no escapamos y vencemos nuestras limitaciones todos los días en todos los frentes para ser padres. Titanes de la sonrisa o mirada de aquellos que adoramos cautelar. Aquellos que se fueron no sabrán la dicha y el orgullo que inspira la constante superación de quienes llegan a hacer lo que más honestamente y amorosamente puedan, desvelos aprendiendo, sueños comprendiendo, días mejorando.

Los niños, a quienes se busca corromper desde pequeños para que sean unos pequeños déspotas en un egoísmo consumista, sólo cuentan con madre y padre para frenar ese afán de desasosiego. Me escalofrío pensando que es legal la psicoestimulación del neuromárketing con menores de edad, ¿Acaso no se busca la no concurrencia de padre y madre para ese niño de estrato popular? Ni hablar de homo o lesboparentales. Por eso también es urgente bienvenir a las familias recompuestas, esas donde uno o los dos arrastra dolores y eventualmente hijos.

Ser padre es no rendirse, porque más allá de la coyuntura, rodean corazones donde uno trasciende en cada sonrisa. Saber que la opción/decisión de amarlos, es para que se amen, esa es la hermosa lucha del día a día. Lo único real.

Francisco Javier Larraín S.

Docente e Investigador


PUBLICIDAD
Comentarios

Cargando...
PUBLICIDAD
Loading...