Como era predecible, el debate sobre el cumplimiento d la promesa de campaña de la Presidenta Bachelet de instalar una universidad estatal en nuestra Región, partió en el peor de los escenarios. La discusión respecto del dónde se instalará.
Ya son varias las comunas que alegan su “mejor derecho” para la universidad prometida -de la cual por lo demás solo se sabe será “estatal”- se instale en sus territorios, sin considerar puntos tan relevantes como por ejemplo, cuáles serán las careras que impartirá. Posiciones que han dado inicio a una discusión que en nada aporta respecto de lo trascendente; cual es que nuestra universidad sea un no sólo un proyecto viable, sino que esté destinado a crecer, hasta transformarse no sólo en un referente a nivel País, sino además también a nivel internacional.
Existen, si no me equivoco, cerca de una veintena de universidades estatales, de las cuales varias, por no decir la mayoría, son al menos de “dudosa” calidad. Universidades que no realizan investigación, y que imparten decenas de carreras, con un campo laboral bastante limitado, cuando no derechamente saturado.
¿Cuál debiese ser entonces el criterio para, si se da la posibilidad, “elijamos” la universidad que se instale en nuestra Región? Según mi opinión, el ésta tenga una trayectoria y prestigio en docencia, investigación y extensión que la respalde, o para decirlo más claro, aspiro a sean… o la Universidad de Chile o la Universidad de Santiago las que instalen un Campus o Facultad en nuestra Región!
San Fernando y Rengo ofrecen para la instalación de “la” prometida universidad estatal, la “infraestructura” que dejaron dos proyectos fracasados. Una posibilidad de entrega de infraestructura que también podría ofrecer Rancagua, dado una vez en funcionamiento el nuevo Hospital Regional, perfectamente el actual podría habilitarse para, “con nombre y apellido”, la Universidad de Santiago pudiera instalar una Facultad de Ciencias Médicas y Biológicas en ese lugar. Una propuesta que, como Movimiento Acción Regional, venimos haciendo hace más de cinco años, y que va asociada a la creación de un Hospital Clínico y a la de un Centro de Investigaciones para usos de cobre en materia de salud, además de a la posibilidad de prepare a médicos especialistas.
Una Facultad que podría no sólo retener a los mejores puntajes de la PSU de nuestra Región, sino además atraer a otros de todo el País, permitiendo a su vez contar con médicos de excelencia y que además, podría sentar las bases para crear una industria que requiriera de los CFT e I.P. el que prepararan técnicos y mano de obra calificada para manufacturar nuestro eterno “commodity”, el cobre.
Ahora claro está, existen otras alternativas. Se podría optar por privilegiar la cantidad por sobre la calidad, y traer una universidad y carreras menos exigentes, para así los jóvenes con menores puntajes y rendimiento puedan acceder a “sacar” un cartón, sin importar de a quienes lo obtengan no les sirva de mucho, y al País y a la Región… ¡tampoco!
De todas maneras y antes de terminar, decir me parece improcedente autoridades nombradas por la Presidenta Bachelet, se estén “pronunciando” sobre la locación que deberá tener nuestra universidad, sin antes se haga el debate ciudadano y se presenten y consideren todas las propuestas y opciones.
Roberto A. Olivares Pizarro
Presidente Movimiento Acción Regional
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