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Deportes

Entrevista a Mario Desiderio: “Ver jugar a O’Higgins es un privilegio que me dio la vida”

VIERNES, 18 DE ABRIL DE 2014
Publicado por

Daniel Gajardo Torres



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Mario Desiderio celebrando su querida camiseta celeste.

Mario Desiderio celebrando con su querida camiseta celeste.

Es sindicado como el mejor jugador que ha pasado por O’Higgins.

Mario Óscar Desiderio llegó a Rancagua gracias al entrenador de la época, José Pérez, quien armó un equipo con aspiraciones de regresar a la Primera División, ya que el año anterior había perdido la categoría.

El jugador, que se formó en las inferiores de Estudiantes de la Plata, regresaba de Europa tras un irregular paso por el Catania de Italia, y se convertiría en un ídolo de la hinchada celeste. El “Tranvía”, como era llamado, fue seleccionado argentino y había disputado los Juegos Olímpicos de Roma en 1960.

Junto a Desiderio, el equipo lo conformaron jugadores como Federico Vairo, Aldo Droguett, César Valdivia, Omar Pozo, Carlos Guerra, Jorge Dagnino, Ricardo Díaz, Luis Morales, Manuel Canelo, Douglas Bedwell, Violante Latorre y los arqueros Constantino Zazzalli, Sergio Fuentealba y Raúl Ramos.

Los celestes lograron ese año el título de la segunda división, con 53 puntos, con 22 victorias, nueve empates y cinco derrotas, y 19 goles de Mario Desiderio.

El argentino, radicado en Colombia, dio el “saque de honor” en el duelo que O’Higgins jugó ante Deportivo Cali, por Copa Libertadores.

Tras esa experiencia, recordó que en Rancagua “fueron tres años maravillosos. Tengo muchos recuerdos de cuando jugaba en Chile. Recuerdo que en mi estreno, ante la Universidad de Chile, hice dos goles. Cuando debuté, el estadio se llenó, era un tipo que jugaba para la tribuna más que para mí. Creo que fueron los mejores años como jugador en mi paso por Rancagua».

«Ver jugar a O’Higgins es un privilegio que me dio la vida. Nunca voy a poder agradecer todo el cariño que me dio la familia celeste que vino a Colombia. Todo esto me hace enorgullecer aún más de ser un celeste”, aseguró.

Desiderio nos dijo la razón porque le decían el “Tranvía”. «Un periodista del Corriere de la Sera me apodó así cuando jugué en Italia (Catania y los JJ.OO. de Roma de 1960, con la selección argentina). Fue por la película «Un tranvía llamado deseo». Fue por mi apellido que en italiano significa deseo. Pero también me decían «Cabezón».

«En O’Higgins me gustaba hacer lujos. Me gustaba jugar para la tribuna, hacerla feliz. Yo hacía sombreros, taquitos, rabonas y patinetas”, destaca Desiderio, quien explica que las patinetas eran “un malabar con los dos pies y levantaba la pelota por la espalda para pasar al rival”.

Para Desiderio no había mejores partidos que contra los elencos de Santiago. “A Colo Colo y a Universidad de Chile les pintábamos la cara, jugábamos de una manera espectacular en Rancagua. Nos tenían miedo, y eso que ellos tenían excelentes planteles, pero nosotros teníamos una mística que no cualquier equipo tiene”.

El argentino finalizó indicando que “estoy muy lejos de ustedes, pero sigo llevándolos en mi corazón. Son una hinchada muy fiel y que me marcó hasta los huesos. Ver campeón a O’Higgins me sacó muchas lágrimas porque era algo muy esperado por todos los que tenemos el celeste en el corazón. Cada fin de semana me entero como le ha ido al equipo y con toda mi familia nos alegramos cuando les va bien”.

Consultado sobre que está realizando en la actualidad en tierras colombianas, Desiderio indicó que “llevo casi 30 años trabajando con la escuela Carlos Sarmiento Lora. Soy realmente feliz con el trabajo, porque si me quedo en mi casa haciendo crucigramas, me muero. En la cancha soy realmente feliz; corriendo, enseñando y jugando con los niños. Es realmente una bendición que Dios me ha dado porque el fútbol es lo más lindo que me ha pasado a mí”.


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