Las inspecciones consistieron en la medición de temperaturas, condiciones de almacenamiento y mantención de cadenas de frío en que se conservan los productos.
Debido a la celebración de Fiestas Patrias, aumenta el consumo de carnes, por lo que personal de la Secretaría Regional Ministerial (Seremía) de Salud realizó diversas fiscalizaciones a carnicerías de Rancagua, con la finalidad de prevenir enfermedades producidas por el consumo de éstas.
Las inspecciones consistieron, principalmente, en la medición de temperaturas, condiciones de almacenamiento y mantención de cadenas de frío en que se conservan los productos desde las plantas faenadoras hasta su venta, rotulación de las carnes, y condiciones estructurales, entre otras.
En dos de los cuatro locales fiscalizados, se detectaron algunas irregularidades, por lo tanto, se realizaron los sumarios sanitarios correspondientes.
Pasaron la prueba las carnicerías “Doña Carne” y “Susaron”. En tanto, los locales “Su Carne” y “Los Socios”, ambos ubicados en avenida Brasil, fueron sumariados, debido a que presentaban anomalías, como por ejemplo, riesgos de contaminación cruzada, faltas en el Decreto Supremo 594 -que tiene que ver con las condiciones sanitarias y ambientales en los lugares de trabajo- e incluso se levantó un acta por infracción a la Ley de Tabaco.
Frente a esto, el seremi de Salud, Nelson Adrian, comentó que “desde hace dos semanas hemos intensificado nuestras fiscalizaciones en la materia, donde hemos podido visitar 54 locales, con el propósito de disminuir los riesgos en la población que consume este tipo de productos. Por lo demás, el llamado es que la gente compre en lugares establecidos que cuenten con autorización sanitaria, también que mantengan las cadenas de frío en sus hogares, con el objetivo de proteger la inocuidad alimentaria”.
El profesional recomendó a los consumidores que “a la hora de comprar, se tienen que fijar que la carne esté brillosa, si es de cerdo y de pollo que esté rosada».
El profesional realizó recomendaciones, como por ejemplo, “a la hora de comprar, los consumidores se tienen que fijar que la carne esté brillosa, si es de cerdo y de pollo que esté rosada; de vacuno, rojiza, pero no de un rojo cafesoso u opaco que indica que hay oxidación”.
Además, “que no tenga un mal olor como a carne descompuesta. También se debe evitar el contacto con alimentos listos para consumir, de esa manera, se evita la contaminación cruzada”.
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