El Presidente Sebastián Piñera nombró como nuevo Superintendente de Electricidad y Combustibles, a través del sistema de Alta Dirección Pública, a Luis Ávila Bravo.
El pasado jueves, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, seleccionó como nuevo Superintendente de Electricidad y Combustibles, a través del sistema de Alta Dirección Pública, a Luis Ávila Bravo, de 49 años, oriundo de la ciudad de San Fernando.
La nueva autoridad nacional era uno de los rostros más conocidos por los automovilistas de Chile, ya que desde su anterior cargo, en la Asociación de Distribuidores de Combustibles (ADICO), informaba las alzas de los combustibles.
Ávila Bravo estudió en el Instituto San Fernando, es casado y tiene dos hijos, es Ingeniero Comercial de la Universidad Mariano Egaña, Contador Auditor de la Universidad de Talca, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez, tiene un postítulo en Gerencia Pública en la Universidad de Chile y ha trabajado por más de 20 años en el sector energético.
En 1999 asumió la Gerencia General de la Asociación de Distribuidores de Combustibles (ADICO) y en mayo del 2006, se hizo cargo de la dirección de la División de Ingeniería de Combustibles de la superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
Luis Ávila, es uno reconocido deportistas y mantiene fuertes vínculos con San Fernando, donde residen sus padres y su abuela, además de amigos de infancia y juventud.
Luis Ávila Bravo mantiene vínculos permanentes con su ciudad natal, San Fernando, familia y amigos de infancia, como el abogado Sergio Huerta.
De visita en la ciudad participó en la primera versión de la competencia de ciclismo de montaña, “La Conquista de los Dinosaurios” recorriendo la ruta de 78 kilómetros.
Sobre su nombramiento destacó que “fue por la Alta Dirección Pública, donde participaron más de 130 postulantes. El Presidente Piñera ya me nombró y ahora a trabajar por velar por las instalaciones energéticas”.
Con respecto a la falta de energía en el país, el superintendente dijo que “el tema energético es conocido, estamos pasando por una situación delicada, pero si se administra de buena manera podríamos pasar un año sin mayores problema”.
En cuanto a su participación en la competencia, señalo que “es una prueba de largo aliento. Son 80 kilómetros subiendo una pendiente de 300 a mil 800 metros. Es un desafío muy grande donde se requiere habilidades, entrenamiento, objetivos cumplidos, esfuerzo y lo mejor de todo, es muy entretenido y desafiante”.
Comentarios
Noticias recientes
Más Leídas